Jalid Sheij Mohamed, en el momento de su detención. /ARCHIVO
en Guantánamo

EEUU pide la pena de muerte para el presunto cerebro del 11-S y cinco implicados más

Es la primera vez que la junta militar presenta cargos contra reos por los ataques

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El Pentágono ha acusado formalmente de los cargos de asesinato y conspiración al presunto 'cerebro' de los ataques del 11 de septiembre, Jalid Sheij Mohamed, y otros cinco sospechosos, contra quienes pedirá la pena de muerte si son declarados culpables.

Esta es la primera vez que la junta militar de la base de Guantánamo presenta cargos contra detenidos acusados de estar directamente involucrados en los atentados del 11-S en Nueva York, Washington y Pensilvania, en los que murieron casi 3.000 personas. Asimismo, es la primera ocasión en la que pide la pena de muerte.

Los seis detenidos afrontan cargos por conspiración, asesinato, terrorismo, prestar apoyo material, secuestro, atentar contra civiles y violar las leyes de guerra, entre otros.

El presunto cerebro

Mohamed, de nacionalidad paquistaní, ha reconocido haber planeado todo lo relacionado con los ataques, pero su confesión puede resultar problemática si se utiliza como prueba, ya que la CIA ha admitido haberle sometido al 'waterboarding', la técnica de interrogatorio consistente en introducir en agua la cabeza del detenido para simular el ahogamiento, lo cual está considerado un método de tortura.

Este procedimiento está considerado por amplios sectores como tortura y las normas del tribunal de Guantánamo prohíben el uso de pruebas obtenidas mediante la tortura, al igual que la Convención de Ginebra, firmada por Estados Unidos.

El acusado también se atribuyó la responsabilidad del atentado de 1993 en el World Trade Center de Nueva York, el de Bali en 2002 que causó 200 muertos y el intento de volar dos aviones estadounidenses mediante bombas escondidas en zapatos, así como la decapitación del periodista estadounidense Daniel Pearl en Pakistán en 2002.

Mohamed fue arrestado en este país asiático en marzo de 2003 y entregado a Estados Unidos. Es uno de los quince prisioneros de Al Qaeda de "alto valor" que estuvieron primero bajo custodia de la CIA y posteriormente fueron enviados a Guantánamo , la mayoría en 2006.

El resto de detenidos

Según el New York Times, los otros cinco detenidos son: Mohammed al-Qahtani, integrante de los cuatro comandos terroristas que provocaron los atentados; Ramzi bin al-Shibh, considerado el principal intermediario entre los secuestradores que estrellaron los aviones y los líderes de Al Qaeda; Ali Abd al-Aziz Ali, conocido como Ammar al-Baluchi, sobrino y lugarteniente de Mohammed; Mustafa Ahmed al-Hawsawi y Walid bin Attash, quienes están acusados de participar en distintas tareas como el entrenamiento de los terroristas del 11-S.

Tras ser aprobados los cargos, los detenidos escucharán en los treinta días siguientes todos los cargos que pesan contra ellos y presentarán sus alegaciones.

La última ejecución data de 1961

Los tribunales militares de Guantánamo son las primeras cortes de crímenes de guerra que se establecen en EEUU desde la Segunda Guerra Mundial. Se crearon tras los atentados del 11-S para juzgar a detenidos considerados "combatientes enemigos" por el Gobierno de Bush. Por ello, los presos no están sujetos a la protección legal que reciben los militares o civiles.

El Pentágono espera poder llevar a juicio a 80 presos de los 275 que aún permanecen en la prisión de esa base naval.

La última ejecución militar en EEUU ocurrió en 1961, cuando el funcionario del ejército John A. Bennett fue ahorcado tras ser condenado por violación e intento de asesinato.