Un triste reencuentro con la banda

Fue un mal día para dejar el banquillo. Jesús Mendoza y Francis volvían a salir de inicio en un partido del Xerez. El jerezano y el barbateño habían perdido su titularidad en los anteriores choques y se reencontraban con la línea de cal. Francis, tras ir superando una lesión tras otra, regresaba al once. Por su parte, Mendoza se ganó el indulto de Casuco y dejó a Redondo en el banco. Sin embargo, el del Chicle no tuvo muy buen comienzo. El lateral tenía la difícil misión de cortarle el paso a un viejo conocido, el madrileño Del Pino, y sus primeros instantes sobre el campo los marcó la indecisión.

Por su parte, Francis no parecía notar la inactividad y cumplió, tanto en parcela defensiva como ofensiva. Pese a todo, fue el jerezano el primero en protagonizar uno de sus típicas cabalgadas por banda y su centro fue a parar a Yordi, que no supera a Álvaro Núñez. Era el minuto 12 y los laterales parecían no tener problemas en la zaga, hasta llegar al 40. Beranger sube la banda, desborda a Francis y su centro lo aprovecha Rafa Jordá que se adelanta a Mendoza y consigue el primero para el Numancia. Cambio de planes justo antes del descanso, tanto por el gol como por la expulsión de Marco Navas.

Tras el descanso, cambio de posición para Francis. De lateral a interior y de defender a atacar. Al igual que Francis, Mendoza también tuvo cambio de planes. En pocos minutos Héctor recibe dos cartulinas y coge rumbo a vestuarios. El jerezano comienza a patearse la banda una y otra vez. Con esta nueva disposición táctica, los dos laterales comienzan a tener protagonismo en el enésimo intento azulino por conseguir la remontada. Francis cogió la nueva función con ganas, e incluso tuvo una buena ocasión, aunque su disparo se marchó alto. Por el contrario, Mendoza parecía incombustible. Con tantas subidas y bajadas, el jerezano empezó a sentirse cómodo, aunque la gasolina se acabó con la llegada del segundo tanto del Numancia, obra de Del Pino, en el 77. Minutos antes, Francis ya había dejado a Antoñito su posición en el terreno de juego, saliendo entre aplausos del césped.

La remontada ya se antojaba imposible. Mendoza se desfondó hasta el final y los xerecistas terminaron el encuentro exhaustos y con tres puntos menos.