Demostración de pegada de un San Fernando que sufre para ganar a un mejorado Industrial

Una semana más como líder del grupo décimo de Tercera. Una semana más -y van nada menos que quince- sin conocer la derrota. Trece puntos de distancia con el quinto clasificado. Y sólo ya catorce partidos hasta el final de la liga regular. Sin duda, bagaje envidiable al que se apuntaría cualquiera. Números que presenta en este momento el Club Deportivo que entrena Antonio Iriondo.

Distinto es si el juego del equipo es brillante o no. Ha habido partidos que se ha visto trazas de líder, hechura de campeón. Pero también encuentros de perfil más plano, de talante más reservón. Ayer fue uno de ese último tipo. El fortísimo viento de levante que se encontró la matinal isleña, tampoco propiciaba nada bueno para el fútbol. La ventolera hizo estragos en cada balón aéreo y muchos de los controles a ras de suelo. Por ello se mandaba el balón a tierra siempre que se podía, pero espectáculo procedente de jugada trenzada, más bien poco.

El planteamiento azulino de la primera parte si fue de voz cantante y apuesta por el marco rival. Avisa Puli al larguero en el minuto 15 y solo dos más tarde ya moja el isleño. Balón al área por bajo, Puli se gira y encara hacia el marco y le pega fuerte al balón. Adentro y uno-cero que otorga una relativa tranquilidad.

Relativa por cuanto el Jerez Industrial no vino ayer a La Isla a pasearse. Ni mucho menos. Los de Fontana son equipo más limitado -vistazo a la clasificación lo canta- que el San Fernando. Pero ayer estuvieron con trabajo en grupo y con voluntad ofensiva (sin duda, motivada por la rápida desventaja en el marcador). La prueba, en la rapidez de su reacción. Siete minutos después del gol de Puli, Cabello manda a la escuadra de Sergio y en el rebote, el tiro de Servando toca la mano de Merino, que estaba en el suelo. Raro penalti en el que si hay mano, debe ser voluntaria para que haya pena máxima, y que lleva aparejada la amonestación. El linense no la vio y el árbitro se auto-contradice así.

Desde los once metros, el penalti Vázquez lo lanza, abajo, y a su derecha, y Sergio la bloca sin aparente gran esfuerzo. El Industrial acusa el golpe y el S. Fernando juega más cómodo hasta el intermedio. Poco antes del inicio del segundo período se produce el desmayo del industrialista Fali por una bajada de tensión. La ambulancia se lo lleva, pero se descarta gravedad.

La reanudación trae un Industrial centrado en controlar al San Fernando y buscar el empate. Sergio se ve justo para sacar un balón que termina en el palo en los primeros minutos, y luego en el minuto 72 le para un chut desde la frontal a Paquito.

Incertidumbre final

El San Fernando despierta con un lanzamiento de Puli de falta directa. Lo hace casi desde el portal de su casa, lejísimos. Con el viento, Óscar saca con apuros. La siguiente es el segundo tanto isleño. Puli saca una falta y es Sergio Berro el que cabecea a la red. La tranquilidad parece que se instalará en el partido. Sin embargo, a falta de cuatro minutos Cabello cruza sobre la media salida de Sergio y anota un gol jerezano que amenazó los últimos instantes de la contienda.

De hecho una extraña falta de libre indirecto por dudosa retención de pelota de Wicha llevó incertidumbre al graderío isleño. Era tiempo de prolongación y no prosperó. Los tres puntos cayeron del lado local y así el liderato de nuevo.