Baile blanco en el Santiago Bernabéu

El Real Madrid se aprovechó del empate del Barcelona y amplió su ventaja con los culés en una primera parte excepcional. Los blancos endosaron una manita al Valladolid en apenas 40 minutos y acabaron el encuentro con 7-0, con dobletes de Raúl y Guti y Robben como rey de la asistencia. Hacía seis años que el coliseo blanco no veía un resultado de esta índole. Las Palmas fue la penúltima víctima que se llevó siete tantos y lo hacía, curiosamente, sin su hombre gol, Rudd van Nistelrooy. Los madridistas realizaron un calco de los encuentros contra el Zaragoza o el Villarreal El equipo de Schuster está encantado de que acuda al Santiago Bernabéu, que lleva más de un año sin ver una derrota, conjuntos que quieran jugar al fútbol. El equipo de José Luis Mendilíbar se desplegó por todo el campo, con los laterales y los extremos pisando la cal de las líneas.

Los pucelanos quisieron jugar de tú a tú, con las líneas adelantadas y acechando la portería de Casillas, que tuvo que sacar su magia en un par de ocasiones. La osadía le duró al Valladolid 8 minutos; el tiempo que necesitó el Madrid para construir la primera jugada de tiralíneas. Guti pasó a Robben, en posible fuera de juego, que aguantó la bola para que Baptista rompiera la línea blanquivioleta y marcara. Era el primer tiro de los blancos entre los tres palos y destrozaba de un plumazo las esperanzas visitantes. Sobre todo porque el Valladolid dominaba, creaba oportunidades y tenía le pelota. Pero no marcaba.

En cambio, el Madrid aguardaba agazapado y tranquilo, esperando un fallo que le permitiera sacar la garra. Y vaya si lo hizo. En apenas diez minutos finiquitó el partido. El segundo zarpazo fue a la media hora, cuando Guti (otra vez participante en todas las jugadas) le puso en bandeja un balón a Raúl, que marcó con la derecha. Robben marcaba el tercero, arrancando en fuera de juego por la izquierda gracias a otro pase mágico del rubio canterano. Y el show terminaba con el segundo gol del capitán, que anotó un penalti hecho sobre sí mismo. El Valladolid pedía la hora, pero Guti hizo el quinto rompiendo por enésima vez la línea de cuatro, que parecía una autopista.

Probaturas

Con este resultado, los dos entrenadores se dedicaron hacer probaturas. Schuster colocó a Diarra como central debido a las bajas de Pepe y Metzelder y dio descanso a Sergio Ramos, que ha jugado casi todo durante el curso.



El resultado también sirvió para que Roberto Soldado se reivindicara ante el entrenador y para que el Madrid ampliara el marcador. Guti anotó su segundo gol de medio churro y Drenthe se estrenó con la camiseta blanca. La única nota negativa de este baile fue la lesión de Robinho, que sólo pudo estar en el césped un cuarto de hora antes de sufrir una lesión muscular.