Cartas

El valor de un voto

Creo que esta es una pregunta que muchas veces la multitud de expertos en marketing político que rodean a los aparatos de los partidos se habrán realizado. Ya me los imagino echando cuentas de lo gastado y empleado en la campaña electoral y dividiéndolo por el número de votos obtenidos y ponderando el poder del resultado. Por ejemplo, hay casos claros, partidos que con un solo concejal terminan gobernando coaligado con otros, el valor de esos votos vale mucho más que el del partido que se quedó en puertas de gobernar, con la miel en los labios.

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Muchos dicen que da igual el poder que se obtenga, un voto siempre es la confianza que un ciudadano deposita en un líder, en la cara visible de un partido. Por eso, quizás la abstención no pare de subir, porque el valor del voto es al final la confianza traicionada. Cuantas veces se nos ha prometido antes de la precampaña, en precampaña, y en campaña, hasta la saciedad, por activa y por pasiva, por correo postal y por un asfixiante bombardeo televisivo, lo bien que estamos los andaluces.

Pero, ¿Cuánto vale un voto? El gran misterio ha sido desvelado. Antes era complicado porque teníamos que conocer cuánto dinero empleaban realmente los partidos en las campañas electorales y como se financiaban, difícil ecuación por resolver, oscuro misterio. Existen alcaldes históricos muy cercanos cuya campaña electoral va a ser pagada y financiada por los que el mismo critica, aquellos que fueron su eterno rival hoy les paga su campaña, sólo por desgastar al pequeño opositor. Palabrería y verborrea imparable e hipocresía al máximo.

Pero como anunciaba anteriormente, el misterio de tan difícil resolución ha sido desvelado, gracias a una de las peores, bajunas y rastreras de las campañas electorales que mi joven memoria recuerda. El voto vale cuatrocientos euros. Muchos cerraran los ojos a lo palpable y venderán su voto, estamos de rebajas, en un todo vale que acabaremos pagando los de siempre.

Ángel C. Gómez de la Torre. Puerto Real