«Estoy aprendiendo mucho de los inmigrantes»
Periodista todoterreno, conduce en la sobremesa de los sábados el espacio 'Nuevos ciudadanos' en Punto Radio
Actualizado: GuardarLa periodista Sara Infante, un todoterreno de la información en Punto Radio, tiene una cita cada sábado con el mundo de la inmigración como responsable del programa Nuevos ciudadanos (de tres a cuatro de la tarde), el único magazin de las ondas de esta extensión dedicado a un colectivo cada vez más amplio. El equipo de esta revista con actualidad, entretenimiento, cultura y folclore, hace suya la máxima del programa, que «tiende lazos a la integración». Así, colaboran semanalmente un periodista mexicano (Omar Macedo), un abogado colombiano (Juan Manuel Campo) y la socióloga chilena Oriana Ayala. Una «pequeña familia», apunta Infante, que convoca a 55.000 oyentes cada semana. La mayoría de ellos son extranjeros -preferentemente latinoamericanos, además de rumanos, marroquíes y chinos-, pero también hay españoles interesados en saber más sobre los vecinos que han cruzado nuestras fronteras para quedarse.
-La inmigración cada vez tiene más importancia en España ¿Le gusta como argumento informativo?
-Sí, es como si estuviera haciendo un máster sobre la realidad social de España. Los inmigrantes son futuro y elemento de disputa entre los partidos en este momento. Estoy aprendiendo mucho de ellos, lo digo de corazón, me están enseñando a despertarme cada mañana con ilusión y con ganas, a mejorar personal y profesionalmente.
-Le contagian ese espíritu de lucha.
-Totalmente. El programa tiene varios apartados, uno de ellos con historias humanas. Vienen desde personas que han llegado a España sin papeles en situación límite, pasando por exiliados políticos, otros que se han venido solos e intentan lograr la reagrupación familiar... Hemos creado la llamada sorpresa, a través de la cual ponemos en contacto a estos ciudadanos con familiares en el extranjero.
-¿Los españoles admitimos bien la inmigración?
-La admitimos, pero ocurre que la situación está complicada para hacernos todos un hueco. Yo creo que los medios de comunicación y los políticos tenemos la responsabilidad de hacer llegar a los ciudadanos la verdadera realidad sobre la inmigración, porque si así fuera no existiría la misma crispación. Hablamos de 5 millones de personas empadronadas y 3,8 con permiso de residencia. Eso quiere decir que han movido nuestra economía, que han ocupado puestos de trabajo como hostelería o construcción que no querían los españoles. Y han venido también a cuidar de nuestros mayores. Los españoles no somos racistas, ni xenófobos. Muy al contrario, somos acogedores y lo compruebo en el programa. Por eso es necesario informar bien.
-Además, hemos sido un país emigrante...
-Precisamente vamos a contar en el programa el testimonio de un hombre que fue feliz en Alemania, donde trabajaba de electricista de coches, con un buen sueldo. Pero, ante cualquier problema de comportamiento cívico, a los extranjeros como él los deportan.
-Ese es uno de los argumentos motivo de polémica, la supuesta relación entre inmigrantes y delincuencia...
-He tenido oportunidad de hablar con la Policía y ellos mantienen que es un error esta relación. No se puede negar que hay bandas organizadas, pero también gente honrada y muy trabajadora. Creo que se evitarían muchos problemas si se tramitaran los contratos de trabajo en origen o con menos demoras en los visados.
Comprometida
-¿Qué le parece la propuesta de Rajoy para que los inmigrantes firmen una carta de integración?
-El PP no ha inventado nada nuevo. Además, medidas como estas pueden inducir al racismo o la discriminación, y lo que tenemos que procurar es integrar. Los inmigrantes saben que hay una leyes, normas y costumbres que tienen que respetar. En todos los centros de acogida, rumanos, búlgaros o marroquíes disponen de clases de español, que es lo primero para empezarse a adaptarse.
-¿Y la polémica sobre el velo?
-Es un tema que ya abordamos. Yo creo que ahí todos debemos de llegar a un entendimiento. No se puede discriminar a una persona que por tradición o creencias quiera ir con su velo a clase. Pero también estas personas que llegan de fuera tienen que entender que una plena integración significa adaptarse a nuestras costumbres occidentales. Y para que estas niñas puedan crecer en plena democracia y libertad tienen que entender las costumbres de nuestro país.