SEGURIDAD. Los propios jóvenes han reclamado en numerosas ocasiones más presencia policial en los aledaños del 'botellódromo'. / J. RÍOS
Jerez

La Policía limita el acceso a Jerez Norte para paliar los efectos de la movida

El último tramo de la calle Miguel de Unamuno se cierra al tráfico los viernes y sábados por la noche a partir de este fin de semana Casi 390 personas fueron multadas por hacer 'botellón' en la vía pública a lo largo de 2007 y se realizaron 6.700 controles de alcoholemia

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Las molestias que los vecinos de las viviendas anexa al botellódromo se ven obligados a soportar fin de semana tras fin de semana parece que disminuirán «notablemente». O al menos eso es lo que pretende el Ayuntamiento, que desde ayer mismo puso en marcha un nuevo dispositivo de seguridad para paliar los efectos de la movida que se asienta en el espacio de ocio de la avenida de los Chiribitos.

Esta nueva medida, que reforzará la presencia de los agentes de la Policía Local en la zona, hará que cuatro coches patrullas «permanezcan de forma constante alrededor del botellódromo, aunque en el caso de que ocurra algo en la ciudad tendrán que abandonar sus puestos», según indicó el delegado de Movilidad y Seguridad, Juan Manuel García Bermúdez.

De igual forma, el Ayuntamiento ha previsto que los agentes «limiten los accesos de los vehículos a Jerez Norte». Para ello, se cerrarán al tráfico para los no residentes dos calles aledañas a esta urbanización. «En estas vías era muy habitual ver a chavales haciendo botellón con el maletero de sus coches abiertos y la música demasiado alta. Con la restricción de los vehículos pretendemos que imágenes como éstas desaparezcan y los vecinos noten lo menos posible la movida», insistió el delegado municipal. Igualmente, otro de los objetivos que se persiguen con esta actuación es evitar el estacionamiento de los ciclomotores en las calles adyacentes a la urbanización.

«Las molestias disminuirán notablemente, ya que el botellódromo quedará a unos 300 metros de las viviendas», subrayó el inspector jefe de la Policía Local, Manuel Cabrales. «Será a partir de las 23.30 horas cuando se aplique este dispositivo que se repetirá cada fin de semana», recalcó el mando policial.

Otra de las medidas que ya comenzó a aplicarse en la noche de ayer es el cierre del último tramo de la calle Miguel de Unamuno, ya que «es muy habitual que los jóvenes invadan esta parte de la vía. Suelen hacer botellón pegados a la carretera o cruzar de forma repentina y eso puede provocar algún que otro susto. Por eso cerraremos al tráfico este tramo», aclaró García Bermúdez. Con respecto a esta calle es importante señalar que «hasta la fecha ha sido de dos sentidos. No obstante, desde ya mismo sólo se podrá circular por ella en una única dirección: desde la rotonda de La Venencia hasta la avenida de Europa», sentenció el delegado de Movilidad y Seguridad.

Con ello, «el acceso a la zona de ocio se podrá llevar a cabo o por la avenida de los Chiribitos o por la calle Feria. El botellódromo seguirá siendo un espacio de fácil acceso para todos los jóvenes que se acerquen hasta él. No queremos que se sientan cohibidos a la hora de acudir a esta zona», matizó el inspector jefe de la Policía Local.

A todo este dispositivo hay que añadir que «seguiremos realizando controles de alcoholemia en las zonas más cercanas al botellódromo algo que siempre hemos estado haciendo».

Controles y sanciones

Algo que el responsable de Seguridad respaldó a través de una serie de datos que puso sobre la mesa: el pasado año se realizaron 6.702 pruebas de alcoholemia, de las cuales sólo 123 dieron un resultado positivo, mientras que la gran mayoría (6.579 pruebas) fue negativa. Ante ello, García Bermúdez quiso manifestar su satisfacción por el bajo índice de tasas de alcoholemia de los conductores en Jerez. «Hay que reconocer que la mayoría de los jóvenes de esta ciudad que deciden coger un coche los fines de semana no beben. Contados casos han dado positivo en los controles que hemos efectuado», apostilló.

En cuento al número de multas que se tramitaron en 2007 relacionadas con el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, fuera del espacio asignado para ello, la Delegación de Movilidad y Seguridad indicó que fueron 388. Una cifra no muy elevada y que para los miembros de la corporación municipal ratifica que «la Ley Antibotellón se ha asentado en la ciudad con total normalidad. De hecho, los jóvenes han asumido la normativa a la perfección desde que entró en vigor», aseguró la delegada de Participación Ciudadana, Mirian Alconchel, quien también estuvo ayer presente en la rueda de prensa ofrecida por García Bermúdez.

Ante la desaparición del fenómeno del botellón como tal, la responsable de Participación insistió en que «también ha sido posible gracias al trabajo de los agentes de la Policía Local ya que se han esforzado en explicar a los jóvenes la normativa».

Momento adecuado

«¿Por qué hemos decidido aplicar ahora este tipo de medidas?», se preguntaba a sí mismo Juan Manuel García Bermúdez. «Porque ahora es el momento adecuado. Endurecer la vigilancia con anterioridad hubiese sido una medida contraproducente porque podría haber provocado la reticencia de los jóvenes a concentrarse en el lugar», concluyó.

Una explicación que no convence a los vecinos, ya que están seguros de que se han tomado estas medidas tras las últimas declaraciones donde manifestaban estar «hartos» de que desde el Consistorio «no se tomen las medidas necesarias para que podamos vivir tranquilos».

braguilar@lavozdigital.es