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MATE. Marc Gasol machaca el aro blanco. / EFE
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El Real Madrid se beneficia de una sólida defensa a pesar de no brillar

Bullock volvió a ser decisivo contra un Akasvayu Girona que se mantuvo en el partido gracias a la buena actuación de Marc Gasol

A. GÓMEZ
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El Real Madrid sobrevivió a su estreno en la Copa del Rey de Vitoria sin brillo, pero con una gran defensa que permitió al líder de la Liga ACB demostrar su superioridad ante el Akasvayu y presentarse de nuevo en las semifinales. A pesar de sus muchos problemas, el Madrid superó el primer envite, que, como se presumía, resultó complicado, aunque en los minutos decisivos los blancos respondieron con casta e intensidad atrás para doblegar a un Akasvayu que no aguantó sólo con Marc Gasol.

Pese a su discreta primera parte, el Madrid, que fue arrollado en los primeros minutos (0-9 y 2-12), recurrió al carácter para conseguir remontar el partido. Cuando el Akasvayu cogió su máxima ventaja empezó a pecar de precipitación. La lucha era casi exclusiva de Marc Gasol contra la garra y la mayor cantidad de recursos ofensivos de los blancos. Sin embargo, el hermano de Pau sólo logró ganar la batalla a Reyes en el primer cuarto. Después sería muy diferente, porque sin Marc nada más arrancar el segundo, el Madrid endosó al Girona un parcial de 9-2. Era demasiada ventaja para el Madrid que el Akasvayu tuviese a su mejor hombre en el banquillo, aunque Gasol precisaba un descanso. Los blancos ya estaban más cómodos en la zona, y por fuera, siempre podían recurrir a los triples para dar la vuelta al marcador y tomar una diferencia de seis (33-27).

Faltas de Gasol

El encuentro ya era más normal, aunque al Madrid volvía a costarle un mundo superar la presionante defensa del equipo de Pedro Martínez, y con Marc en pista, el marcador se balanceaba de nuevo hacia el lado del Akasvayu (33-35). Con pésimo acierto desde el exterior, el Akasvayu tenía que rezar para que Marc Gasol no cometiese pronto una cuarta personal. Pero no tardó en llegar (46-47), y entonces surgió la capacidad resolutiva de Bullock. Personal a personal, y a pesar de que fallaba demasiado, el Madrid empezó a martillear sin descanso. Y apretó los dientes en defensa para provocar un bloqueo espectacular al contrario.

Sin Marc en pista, el Akasvayu tenía que hacer un esfuerzo descomunal para intentar conseguir alguna canasta. En cualquier caso, y pese a que se veía una notable superioridad del equipo de Joan Plaza, no había manera de despegarse más allá de los seis puntos (56-50). Entonces Pedro Martínez vio el momento de jugársela sacando a Gasol. El Akasvayu estuvo dentro del partido por los triples de San Emeterio, pero no le duró demasiado, porque si se trata de matar desde fuera, ahí siempre está Bullock, que con dos triples consecutivos y otro entre medias de Tunceri a dos minutos del final, pudo disfrutar de una recta final plácida después de tanto padecer.