Jerez

Los afectados por el cierre de Jerecom piden que se investigue a la empresa

Un centenar de personas se manifestó para denunciar que «siguen trabajando y tienen hasta una oficina clandestina» Los trabajadores de Fivesur cobraron ayer sus nóminas

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Un centenar de personas y al menos una docena de camiones recorrieron ayer las calles de Jerez desde la rotonda del Puente de Cádiz hasta las mismas puertas del Ayuntamiento, donde se fueron sumando más manifestantes hasta alcanzar los dos centenares, para protestar por la crisis que ha provocado el cierre de la empresa constructora Jerecom a 1.000 autónomos, proveedores y trabajadores.

La marcha partió al filo de las 10.30 horas y a su paso provocó serios problemas de tráfico en núcleos estratégicos como la rotonda del Minotauro y las calles del centro por las que circularon los grandes camiones en los que se habían colgado pancartas que rezaban «Los Grimaldi se comen nuestro pan» o «Cohegri, La Cartuja, Jerecom y Urbea... ¿Cuántas más?», entre otras.

Precisamente a esta cuestión se refirió al inicio de la marcha la portavoz de los afectados, Sara Rodríguez, que instó a que «la Justicia o las autoridades políticas investiguen lo que está ocurriendo y paren este fraude».

Como explicó Rodríguez y secundaron muchos de los asistentes a la manifestación, «desde el año 2002 la familia Grimaldi no ha parado de fundar distintas empresas -con los nombres que se mencionaban en las pancartas- que luego cierra, y a cada paso va robando más y mejor a los que hemos trabajado para ellos».

En concreto, Jerecom ha realizado muchos trabajos relacionados con nuevas urbanizaciones en Jerez, así como en otras localidades de la Sierra de Cádiz. En algunas de ellas, como en Olvera -cuyo alcalde, Fernando Fernández (IU), secundó ayer la protesta- incluso estaba realizando la construcción de un polígono industrial. También llevó a cabo obras para la Gerencia Municipal de Urbanismo en la anterior legislatura, lo que provocó la deuda de en torno a 400.000 euros del Ayuntamiento con la constructora.

La deuda global que se calcula que Jerecom tiene con estos 1.000 afectados ronda los nueve millones de euros, y «hay casos muy dramáticos, porque hay gente que va a tener que estar hasta 15 ó 20 años pagando créditos, otros que han tenido que vender sus camiones, algunos que no tienen ni para comer, mientras que la familia Grimaldi, porque estas empresas se han ido poniendo sucesivamente a nombre de hijos o sobrinos, está viviendo de lujo gracias a nosotros», añadió Rodríguez.

Del mismo modo, los afectados denunciaron ayer que les consta que, pese a que Jerecom ya se ha disuelto, «las máquinas están funcionando y están ingresando, e incluso tienen una oficina clandestina en la calle Albadalejo y otra en la carretera de Arcos».

Por todos estos motivos, no sólo solicitaron ayer a las administraciones ayudas «para aliviar la situación económica por la que estamos pasando», sino que también instaron a que «se tomen cartas en el asunto». «Ellos tienen bienes de sobra para pagarnos, pero se van de rositas», se lamentó la portavoz.

La conexión Fivesur

Precisamente el 90% de los trabajos que realizaba Jerecom eran como subcontrata de la empresa Fivesur, cuyos trabajadores y proveedores también han denunciado estos días que podría estar cerca el cierre de esta compañía. Por este motivo, varias decenas de empleados de esta constructora secundaron ayer a las puertas del Ayuntamiento la protesta convocada por los afectados de Jerecom, y algunos de sus responsables formaron parte de la comitiva que se reunió después con la alcaldesa, Pilar Sánchez.

Y es que pese a que ayer Fivesur comenzó a hacer efectivo el pago de la última nómina que adeuda a su plantilla -como confirmaron algunos de los trabajadores-, lo cierto es que el fantasma del cierre acecha a la empresa y ya «ni siquiera tiene trabajo en la que era su actividad principal, la construcción de viviendas».

En este punto, los sindicatos y la plantilla solicitaron ayer a la alcaldesa que no dé la orden de pago de los 800.000 euros que el Ayuntamiento le adeuda a la constructora, porque «mucho nos temenos que si cogen el dinero antes de solucionar el problema con los proveedores y con la plantilla van a salir corriendo y luego no será posible que respondan de sus deudas», apuntaban fuentes de la plantilla.

ppacheco@lavozdigital.es