Los Rolling toman La Berlinale

Nadie sabe aún como terminará la actual edición del festival de cine de Berlín que ayer se inauguró en la capital alemana y tampoco qué película ganará el codiciado Oso de Oro, pero todos los que asistieron al estreno mundial del documental Shine a Light, que abrió el festival, estarán de acuerdo con un hecho inédito en esta fiesta del cine. La cinta dirigida por Martin Scorsese no admite términos medios ni reflexiones filosóficas, es posible que no haga feliz a todos los expertos cine, pero alegrará la vida a millones de admiradores del grupo de rock más famoso del mundo: los Rolling Stones De hecho, el documental de Scorsese es una declaración de amor a los Stones, un monumento cinematográfico dedicado al legendario grupo y que fue rodado íntegramente en una vieja sala de cine de Nueva York. Dos horas de metraje dedicadas a mostrar, con una maestría exquisita, el arte inigualable de Mick Jagger, Keith Richard, Charlie Watts y Ron Wood.

La cinta de Scorsese tiene también la envidiable virtud de convertir la reflexión crítica en un ejercicio superfluo. Los amantes y admiradores de la banda convertirán el documental en un ejercicio de admiración eterna. Shine a Light tiene asegurado el éxito y nadie podrá decir que es una mala película, porque la cinta no admite críticas: o se ve con placer o simplemente no se acude al cine.

«Nos sentimos muy orgullosos de que esta película inaugure la Berlinale», dijo Mick Jagger, el legendario cantante al dar comienzo a una concurrida rueda de prensa que tuvo lugar después de la presentación de la cinta a la prensa. «Es una película de Martin y nosotros sólo hemos aportado un poco de música», añadió Keith Richard, en un tono burlón.

Pasión por la banda

Es cierto, Shine a Light es una película ideada, editada y dirigida por Martin Scorsese, un director de cine que nunca ha ocultado su pasión por la banda y que nunca deja de incluir algunas de las canciones del grupo en sus cintas. Por eso, el famoso director no tuvo vergüenza en admitir ante cientos de periodistas que la música de los Stones es para él un filón inagotable de inspiración. «La música de los Stones me inspira desde hace años», dijo el director. «Para mi su música es intemporal y me ayuda a crear imágenes en mi interior. Siempre quise hacer una película con ellos».

La primera vez que Martin Scorsese asistió a un concierto del grupo en el Madinson Square Garden en 1969, el director era un perfecto desconocido y el grupo ya era famoso en todo el mundo. Uno de los milagros de la película, no es el hecho de que el pequeño italo-americano de 27 años, terminó convirtiéndose en uno de los mejores directores de cine del planeta, sino que el grupo aún siga existiendo y que la edad no haya hecho mella en su actividad musical.

La cinta está dedicada a los Stones y su música, pero Scorsese termina inclinándose ante la genialidad del mítico Mike Jagger y lo convierte en la estrella absoluta de su película. Jagger, con 64 años cumplidos, da muestras de una agilidad increíble y el director tiene éxito en resaltar sus grandes dotes de artista y de seductor inigualable cuando esta sobre el escenario.

Shine a Light marcará un antes y un después en la historia de la Berlinale y la presencia de los Stones y de Martin Scorsese en Berlín para presentar el estreno mundial de la cinta será recordada con pasión en la capital alemana. Pocas veces, el comienzo del festival ha estado marcado por cine de calidad y con la presencia de los roqueros más famosos del planeta acompañados por uno de los mejores directores de cine.

La competición por el Oso de Oro se inició ayer con la presentación de la película china In Love we Trust y por la cinta más esperada del festival, There Will Be Blood dirigida por Paul Thomas Anderson e interpretada por Daniel Day-Lewis.