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EMISIONES. Los ciudadanos reconocen que los vehículos son una importante fuente de contaminación. / LA VOZ
ESPAÑA

Los españoles están dispuestos a pagar más por biocombustible pero no a renunciar al coche

Creen que el cambio climático es notorio, reversible y requiere acciones inmediatas, según un estudio de la Fundación BBVA

MATEO BALÍN
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El cambio climático es un problema real, no circunstancial, cuyas consecuencias son notorias y, por lo tanto, requiere actuaciones inmediatas para las cuales la tecnología jugará un papel esencial. Con estas premisas sobre el calentamiento global, los españoles creen que es necesario cambiar el estilo de vida y una mayoría estaría dispuesto a hacerlo a pesar del coste económico que conlleva. ¿Cómo? Bajo el principio de quien contamina paga. De hecho, una inmensa mayoría estaría dispuesta a pagar más por biocombustible, aunque no a renunciar al coche. Estas son las líneas maestras del pensamiento de la sociedad española sobre el cambio climático, recogidas en un documento presentado por la Fundación BBVA.

El estudio -sobre una muestra de 2.000 entrevistas personales a mayores de 15 años- arroja otras conclusiones como el sentimiento de desinformación latente (un 42% opina así) sobre qué se puede hacer para afrontar este reto medioambiental. Asimismo, deja «meridianamente claro» la brecha social entre los que conocen el problema (clases medias y altas, de entre 25 y 55 años y con estudios superiores) de los que no han oído hablar ni del Protocolo de Kioto (cuatro de cada diez, por lo general con estudios primarios y de más de 65 años).

Sobre la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida por el calentamiento global hay un consenso generalizado (88%); sin embargo, los encuestados divergen entre quienes piensan que hay que adoptar iniciativas a costa del crecimiento económico y quienes no.

En este sentido, las actuaciones cuyo impacto económico está ligado al comportamiento del usuario suscitan altos niveles de aceptación, como por ejemplo establecer diferentes tarifas eléctricas según el consumo o grabar a los automóviles que emitan más CO2.

La mano del hombre

Otras iniciativas que no inciden en el gasto pero sí en el uso de algunos bienes o servicios, como la restricción del uso del automóvil, si levantan más ampollas. También existe un amplio desacuerdo en la posibilidad de incrementar los impuestos de la gasolina o de la electricidad para luchar contra este fenómeno. Más dispar es el pensamiento de quienes estarían dispuestos a asumir algún incremento en el coste por utilizar energías menos contaminantes. Así, a la mitad de los españoles no les importaría pagar 5 euros más en la factura de la luz si la energía procediera de fuentes renovables, frente a un 37% que afirma claramente que no lo haría. Sobre las causas y efectos del calentamiento global, existe un amplio consenso con respecto a las evidencias científicas del fenómeno (82%) y la clara mayoría (dos de cada tres) considera que la mano del hombre está detrás.

Se confirma que las emisiones de dióxido de carbono, el agujero de la capa de ozono, la destrucción de los bosques, el uso de gas y electricidad en industrias y el transporte son los principales responsables del cambio climático. Mientras que fenómenos naturales como los cambios en la órbita del planeta o la actividad solar son señalados de forma minoritaria.

Finalmente, los encuestados afirman que los hábitos que contribuyen a incrementar el calentamiento de la tierra son, por orden, el viaje en automóvil, la compra de electrodomésticos de alto consumo, el avión, la calefacción, el consumo familiar, las bombillas convencionales y la televisión en stand by.