Juan Morales tiene previsto anunciar que se retira de la puja por el Xerez Deportivo

Juan Morales se va. Abandona, desiste, se marcha, recoge las maletas y vuelve por el mismo camino por el que vino. El empresario de Almería tiene decidido que no comprará el Xerez Deportivo tras sopesar mucho la idea de entrar en el accionariado que pertenece a Joaquín Morales.

La idea y la intención de Morales Manrique no es otra que la de anunciarlo durante la jornada de hoy, pues desde hace varios días prefiere no realizar demasiadas declaraciones públicas. Tras darle vueltas y vueltas, finalmente se ha dejado aconsejar por sus asesores económicos y no meterá la cabeza en una operación que no parece demasiado fiable.

En la tarde de ayer, la Ser informaba del abandono de un Morales, que hoy podría realizar una de esas giras radiofónicas que venía haciendo en el inicio de la operación.

Es más que probable, que el de Berja quiera cerrar la posibilidad de comprar el Xerez, pero con buenas palabras hacia el Ayuntamiento. Y es que parece que Juan Morales quiere agradecer aquellas palabras de Pilar Sánchez, en las que la alcaldesa apoyaba la entrada del almeriense en la entidad azulina, así como anunciaba que le ayudaría a buscar empresarios que le auxiliaran en la andadura xerecista.

Finalmente nada de ello se llevará a cabo, pues al que se postulaba como nuevo presidente de la entidad le ha podido más la cabeza que el corazón y se marchará sin sentarse en el sillón presidencial del Deportivo.

La noticia se veía venir, pues ya eran muy pocos los contactos que se producían entre este posible comprador y el dueño actual del paquete de acciones mayoritario.

De hecho, ya el pasado miércoles, Joaquín Morales aparecía por Chapín durante un amistoso del primer equipo, y confirmaba la dificultad de que la operación acabara con éxito. A lo largo de la jornada de hoy, Morales Manrique lo anunciará de manera definitiva.

Se le fue el gas

Juan Morales aterrizó en la agenda informativa del Xerez Deportivo hace cuatro semanas. Exactamente, tras la convulsa derrota ante Las Palmas. El almeriense afirmaba que compraría el equipo en cuatro días e incluso mantuvo varias reuniones para que así fuera. Poco a poco los plazos se fueron alargando y la operación cada vez ofrecía peores síntomas, pues los asesores económicos nunca lo vieron claro.

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