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Unos se van y otros llegan
Los tres encerrados en la Catedral dejan la protesta, pero son relevados por dos de los despedidos de Movilidad
Actualizado: GuardarLas primeras noticias sobre del anuncio de la alcaldesa llegaron con cuentagotas a la Catedral, donde permanecían encerrados tres trabajadores desde hace 22 días. Por ese motivo, y porque a las 13.00 horas tenían que volver al templo o abandonarlo definitivamente, los tres, Manuel Bello, Josefa Valero e Iván Jiménez, continuaron unas horas más con la protesta.
Todo cambió a las 18.00 horas, cuando volvieron a abrirse las puertas y ya todos sabían del cambio de actitud de la alcaldesa y de la oferta para la readmisión de los despedidos de la GMU.
En ese momento, Iván Jiménez y Josefa Valero salieron emocionados a la calle, y allí no pudieron contener las lágrimas mientras se abrazaban a los familiares, amigos y compañeros que esperaban en la puerta y que sabían que para ellos dos el encierro había llegado a su fin.
Como explicaba Jiménez, «me han devuelto lo que me han quitado, y he cumplido mi objetivo. Nos marchamos agradecidos y muy emocionados. Mi trabajo es lo único que tenía».
Pero la alegría no era completa ayer porque no todos habían recibido buenas noticias. También lo apuntaba Jiménez al afirmar que «hablan sólo de 17 readmisiones, y me siento mal porque han dejado desbancados a estos compañeros».
Es el caso de los tres trabajadores de la Delegación de Movilidad y la de Planes Especiales de la Zona Norte, a los que el Ayuntamiento considera «distintos a los despidos en la GMU» y que ayer seguían sin tener asegurado su futuro.
Uno de ellos es Manuel Bello, el tercero de los encerrados, que ayer había regresado a la Catedral después de haber tenido que abandonar la protesta el fin de semana por problemas de salud y que daba la enhorabuena a sus compañeros porque «estoy muy orgulloso de lo que hemos logrado entre todos», pero que lanzaba una advertencia: «La lucha no termina aquí, y si no es en este frente será en otro, porque queremos que nos devuelvan lo que nos han quitado».
Finalmente, Bello -cuyo juicio está previsto para el día 19- no retomó el encierro por sus problemas de salud, pero fue relevado por dos de sus compañeros de Movilidad, a los que cada día se unirá un militante de CGT.
«Vamos a seguir en el monte mientras haya un solo despido -apuntó ayer irónicamente Adolfo Sánchez- porque parece que es así la única forma de conseguir las cosas».
Claro que tampoco descartan otras opciones. Por eso, ayer los tres encerrados y el secretario comarcal, Juan José Piña, acudieron al acto del PSOE para entregar a su secretario provincial, Francisco González Cabaña, un escrito y para solicitar su mediación en este conflicto que aún sigue vivo.