Las familias de los marineros del 'Nuevo Pepita' reiteran su petición de que se inspeccione el pecio
Se sienten «maltratadas» por Capitanía Marítima y la Junta
Actualizado:El caso del hundimiento del Nuevo Pepita Aurora el pasado 5 de septiembre, cuando era remolcado hasta aguas menos profundas, continúa sin quedar cerrado para los familiares de los tres desaparecidos en la tragedia. El representante de éstos, Sergio Lebrón, ha declarado que están seguros de que los técnicos y responsables de la Administración encargados de las labores de rescate, «cometieron muchas negligencias sin atender a los consejos de marineros». A pesar de que la investigación ha finalizado, sigue abierto el secreto de sumario, lo que bloquea la inspección el pecio. No obstante, los familiares insisten en que se permita descender a los buzos para recuperar los enseres de sus familiares, habida cuenta de que en la última inspección se encontraron resto de ropa.
Además, Lebrón ha incidido en que «estamos un poco hartos del tratamiento que se nos está dando por parte de Capitanía Marítima y Junta de Andalucía», y advierte de que « cinco meses después, seguimos como al principio, porque nadie nos ha explicado por qué se decidió remolcar un barco que tenía más de 500 metros de red enganchada en el fondo mientras todo el mundo les aseguraba que eso lo hundiría. Además, decidieron llevarlo a una zona repleta de rocas y de difícil acceso, cuando lo más normal es que en esos momentos, con el equipo que había se debería haber sacado el barco a la superficie».
Pero ahora, tras el descenso de los buzos voluntarios en la mañana del pasado sábado -ayer se iban a reanudar las labores de búsqueda, pero el mal tiempo interrumpió los trabajos-, los familiares han decidido dar un paso más exigiendo que «se acabe con las restricciones y problemas que se están poniendo por parte de Capitanía y Junta», en relación a entrar dentro del pecio y recuperar, al menos, los efectos personales de sus familiares que, confirmaron los buzos, aún se encuentran en el interior. Las familias han vuelto a exigir la inspección de las redes que, están hundidas en el lugar del desastre, a 130 metros de profundidad. «Tienen que ampliar el permiso para inspeccionar que se nos ha dado, porque parece que lo que están intentando es darnos un caramelo para que nos callemos, y así, ellos, pasar página», insistía Lebrón.
El portavoz ha advertido de que no cesarán de protestar hasta que el barco sea subido a la superficie y se les explique claramente y con pruebas qué ocurrió aquel día y por qué el barco acabó hundiéndose.