Detenido el portavoz de ANV, Pernando Barrena, por orden de Garzón
La Policía arresta también a los otros dos dirigentes que el sábado lo acompañaron en una charla El juez decidirá mañana los motivos para su encarcelación
Actualizado:Efectivos de la Policía Nacional detuvieron ayer en Navarra al portavoz oficial de Batasuna y última figura destacada de la coalición en libertad, Pernando Barrena. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó su captura por reiteración delictiva, ya que Barrena participó el pasado sábado en una charla en un hotel de Pamplona en la que, supuestamente, volvió a hablar en nombre de la formación ilegalizada.
Además del portavoz, fueron capturados ayer lunes los dos dirigentes 'abertzales' que le acompañaron en el acto político del fin de semana. Se trata de Patxi Urrutia, en libertad bajo fianza de 24.000 euros por motivos médicos tras ser arrestado en la redada del pasado octubre contra la Mesa Nacional de la coalición; y Unai Fano, asesor de la denominada comisión negociadora de la izquierda 'abertzale' y consejero de Batasuna.
Los tres detenidos serán interrogados el miércoles por Baltasar Garzón, que decidirá si encarcela a Barrena y Urrutia por reiteración del delito de integración en banda armada, y a Fano (que no es miembro de la Mesa Nacional y no está procesado en el sumario de Batasuna) por burlar la prohibición de actividades de la coalición proscrita.
La Fiscalía, como en los anteriores casos, se inclina por reclamar el encarcelamiento de Barrena y Urrutia por converger en ellos tres circunstancias: haber participado en reuniones de las Mesa Nacional, ser miembros de hecho y derecho de Batasuna e incurrir en una reiteración delictiva. Falta por conocer si la enfermedad de Urrutia servirá esta vez para evitar la entrada en prisión.
Anagrama de ETA
Barrena fue arrestado en la localidad navarra de Berriozar, donde reside. El portavoz de la formación ilegalizada fue capturado cuando, en compañía de su novia, se dirigía al ayuntamiento del pueblo. Posteriormente presenció durante dos horas el registro de su domicilio en el número 7 de la calle Artekale de Berriozar, de donde los agentes se llevaron tres cajas de documentación, un fax y un cuadro con el anagrama de la banda terrorista ETA.
Urrutia, por su parte, fue arrestado en el casco viejo de Pamplona, mientras que Fano fue interceptado en la población vizcaína de Larrabetzu.
Según informaron fuentes de la lucha antiterrorista, la detención de los tres dirigentes independentistas comenzó a gestarse el pasado viernes, cuando la Comisaría General de Información de la Policía informó al juez Garzón de que el sábado iba a tener lugar en el Hotel Tres Reyes de Pamplona una charla sobre las denominadas «negociaciones de Loyola» entre el PNV, PSE y Batasuna en el que iban a participar Barrena, Urrutia y Fano como representantes de la coalición ilegalizada.
El magistrado, en el marco de las diligencias 320/07 abiertas tras la captura de la cúpula de Batasuna en octubre, ordenó a los servicios de Información que siguieran el encuentro y le remitieran el preceptivo informe. Tres agentes de paisano asistieron al acto y en su atestado, remitido la mañana de ayer lunes, confirmaron al juez que, efectivamente, los tres conferenciantes hablaron ante 300 personas en nombre de la coalición ilegal, si bien Urrutia participaba en calidad de mediador del debate. Durante la charla, Barrena aseguró que la izquierda 'abertzale' iba a estar presente con «toda seguridad» y «en cualquier circunstancia» en los comicios del 9-M.
Barrena, que se encontraba bajo fianza por un delito de integración en banda armada en el sumario que investiga la financiación de Batasuna a través de las 'herriko tabernas', desempeñaba desde hace cuatro meses el papel de portavoz único de la formación proscrita, tras la captura de la Mesa Nacional en la redada de la localidad guipuzcoana de Segura en la que fueron arrestados 23 de los dirigentes del partido independentista. Pernando Barrena, además, se encontraba en libertad bajo fianza de 200.000 euros desde marzo de 2006 por incitar 108 desórdenes por sus declaraciones tras la muerte de dos presos de ETA.
Tras la captura de Barrena y la Urrutia, sólo doce de los 38 miembros de la última Mesa Nacional están en libertad. Todas las personas que han pertenecido en los últimos cinco años al núcleo de Batasuna están ya en prisión.