VIDEOJUEGOS. Son junto a internet y el teléfono móvil los que más adicción crean entre los menores y adolescentes. / LA VOZ
Jerez

Proyecto Hombre alerta del aumento de adictos a las nuevas tecnologías

En Jerez, Barcelona, Burgos y Cádiz hay terapias contra este fenómeno Menores y jóvenes de entre 12 y 21 años son los principales afectados

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Todavía son pocos, pero Proyecto Hombre ya trata a decenas de jóvenes de toda España que tienen una nueva adicción: el abuso de las nuevas tecnologías como los videojuegos, los juegos on line, internet o los teléfonos móviles.

Por lo general, estos jóvenes llegan a los centros de Proyecto Hombre con diversas adicciones porque, al igual que los politoxicómanos, que combinan la adicción a diversas sustancias, éstos dependen de varios factores al mismo tiempo, según ha explicado uno de los portavoces de la ONG, Fernando del Río.

La mayoría de los jóvenes que se presenta con este problema tiene una edad entre los 12 y los 21 años y comparte rasgos y comportamientos comunes como aislamiento, conflictos familiares, nerviosismo, ansiedad y fracaso escolar, principalmente.

Adicción o abuso

Según Del Río, más que «adictos» son niños o adolescentes que «abusan de las nuevas tecnologías» y aunque esta dependencia altera su comportamiento, tiene «menor intensidad» que la adicción a la droga.

Además, aproximadamente un 60% de los jóvenes que reciben tratamiento por estas causas en los centros de Proyecto Hombre combinan el abuso de las nuevas tecnologías y del móvil con la adicción a consumos de fin de semana (alcohol y drogas), porque en todos ellos subyacen «problemas más graves».

Para las familias, asegura el portavoz de la organización, es difícil reconocer que su hijo tiene un problema de dependencia porque el «enganche» a los videojuegos, internet o al móvil «no sale de la habitación» ni crea alarma social, ni transmite infecciones, ni induce a cometer delitos y, en definitiva, «no crea alarma social».

Desapercibidas

De hecho, estas dependencias pasan tan desapercibidas, indica Del Río, que las familias «no lo ven como un problema».

«Si acuden a nosotros lo hacen porque ven otros problemas como el aislamiento familiar, el fracaso escolar o la violencia» y sólo un 5% de estos chicos asume que tiene un problema.

No obstante, Fernando del Río subraya que no hay que «demonizar» las nuevas tecnologías porque no es negativo que un niño acceda a Internet o que tenga un teléfono móvil para ser localizado por sus padres siempre que lo haga correctamente.

El secreto, como en todo -matiza- está en hacer un buen uso de estos instrumentos y sobre todo «uso mejor que abuso».