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El altar puede esperar

Eva González, la pareja de Iker Casillas, posa de novia pero advierte: «Quizá no me case nunca»

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Vestirse de novia para una modelo profesional es como montar en moto. La primera vez impresiona. Después, ni frío ni calor: cero grados. Eva González se vistió de novia por primera vez «en cuanto lo permitió la edad, al cumplir los 18». Pero sólo para desfilar y posar ante un fotógrafo, ya que ha cumplido 27 años y todavía no se ha casado. Aún así, lo volvió a hacer (lo de vestirse de novia) el pasado miércoles en Sevilla, a pocos kilómetros de su localidad natal, Mairena de Alcor, con motivo de la inauguración de una tienda de trajes nupciales de alta calidad y bajo coste que lleva el nombre de Aire; más o menos lo que les dice esta ex Miss España a sus novios (¿Aire!) cada vez que osan pedirle matrimonio.

Flanqueada por las modelos Lola Alcofer y Raquel Lozano, Eva explicó que «ahora mismo ni se me pasa por la cabeza el casarme. Sencillamente, no es el momento. Y no lo es porque las prioridades en mi vida son otras. Por ejemplo, recoger los frutos de todo lo que he ido sembrando en estos años de trabajo. Tampoco me he fijado una fecha o un plazo para contraer matrimonio... Es más -añadió-, igual ni me caso nunca».

Simpática, pero con las ideas muy claras en todo lo relativo a su intimidad, Eva ya no cambia de tema cuando le hablan de su novio, el portero del Real Madrid Iker Casillas, pero tampoco le gusta explayarse. «No soy consciente de estar con el mejor portero del mundo, sino con esa persona maravillosa que es Iker. Y punto», zanjó el miércoles en Sevilla cuando se le mencionaron los méritos deportivos de su novio. La pareja arrastra fama de tempestuosa, debido a sus constantes altibajos. Hace unos meses se dieron «un tiempo de reflexión» y muchos hablaron de ruptura definitiva, pero la atracción pudo más y volvieron a intentarlo. Fruto de esa reconciliación fue su romántica escapada a Tailandia, el verano pasado. Las imágenes de aquella media luna de miel todavía pueden verse en internet.

«Por suerte no descubrimos a los paparazzi hasta el último día, de modo que sólo nos amargaron una jornada, el resto del viaje lo pasamos fenomenal», contó la modelo sin quitarse el traje de novia. «Al descubrirles -relató Eva-, no les dijimos nada. Preferimos pasar de ellos y seguir a nuestro aire. Pero, claro, no es lo mismo». En el ya famoso vídeo se puede contemplar a la pareja gesticulando de un modo que podría hacer pensar en una discusión. Ella, sin embargo, le quita hierro al asunto. «Soy muy expresiva, muevo mucho los brazos y hablo de una forma que a veces parece que estoy enfadada, pero qué va, yo no soy de discutir. Y me da igual lo que digan. Son rumores y especulaciones que no pueden hacerme daño. Yo sé lo que tengo en mi casa y eso es lo que de verdad me importa».

Éxito televisivo

La gran expresividad de esta modelo, presentadora y actriz quedó probada en su papel de monologuista televisiva, con el que obtuvo un gran éxito. «He tomado varios cursos de interpretación y suelen decirme que tengo vis cómica. Labrarme una carrera de actriz es algo que me encantaría, pero estas cosas han de ir poco a poco. No soy de hacer planes a largo plazo. Esto lo aprendí cuando en 2003 me eligieron Miss España y de la noche a la mañana me cambió la vida. Por aquel entonces estudiaba Trabajo Social en la Universidad, tenía a mi novio de siempre... A veces echo de menos aquella vida tranquila y anónima, pero no me puedo quejar».

Eva, que antes de convertirse en modelo trabajaba los fines de semana poniendo copas, arrasa ahora en Canal Sur con el programa Se llama copla, que registra audiencias en torno al 40%. Y tiene en cartera varios proyectos televisivos que prefiere no adelantar.

Sobre la desaparición de Aquí hay tomate, «voy a ser sincera -dice-, algunos vamos a vivir más tranquilos. Pero confieso que he pasado buenos ratos viendo ese programa y que el formato me ha parecido siempre buenísimo. Otra cosa eran los contenidos...».