Cuarta derrota consecutiva del Industrial, que le cuesta el puesto a Alex Mohand

Un partido menos y una derrota más, siete puntos de diferencia con la zona de salvación y ni los nuevos fichajes parece que puedan sacar a flote la nave industrialista de las profundidades en las que se haya inmerso. Ayer el Jerez Industrial en la Juventud sumó la cuarta derrota consecutiva, esta vez ante el Villanueva que ganó por un gol a tres.

En el encuentro se vio a dos equipos con trayectorias bien diferentes. Uno, metido en liguilla de ascenso y con porte de equipo. Otro, que aunque quiere no puede y está metido en los puestos de descenso.

En el campo jerezano, ayer se percibió mucho abismo entre dos conjuntos llamados a ser noticia al final de temporada, pero si nadie lo remedia con intereses opuestos. El equipo cordobés demostró su potencial, calidad y le bastaron cuatro acercamientos con claridad para mandar el balón al fondo de la red.

El equipo de la Copa y la Venencia tuvo sus mejores momentos cuando acortó diferencias en el marcador, pero ni aún así tuvo la suerte de cara, ya que con el uno a dos estrelló un balón en la madera, en lo que hubiese sido el empate a dos.

En los primeros cuarenta y cinco minutos el Villanueva puso sobre el campo la calidad y el juego. Los locales por su parte se dedicaron a guardar la zona defensiva a esperar a algún contragolpe o jugada de acierto para batir la portería rival. Sin embargo no iban a tener suerte y en las primeras ocasiones claras para el Villanueva iba a llegar el único tanto de la primera mitad. Corría el 36, cuando Ortiz batió por bajo al portero del Industrial, tras una buena jugada dentro del área.

Con la diferencia entre ambos equipos y el tanto arriba dio comienzo la segunda mitad. Y si los hombres de Álex Mohand salieron enchufados para empatar, a los cuatro minutos les cayó un verdadero jarro de agua fría. Bibi de falta directa anotaba un buen gol y de paso caía todos los esquemas a los industrialistas con el cero a dos.

Movimiento de banquillo

Con el partido prácticamente perdido y las diferencias abismales entre ambos conjuntos, llegó el turno para la revolución. El melillense sacó a los tres puntas, que de inicio estaban en el banquillo e hizo debutar a los nuevos fichajes Sergio y Jesús.

El revulsivo funcionó a medias y en el 71 Chiqui de cabeza dentro del área acortó diferencias. Con el Industrial volcado a por el partido, unos minutos más tarde el palo evitó el empate y en el último suspiro del choque a la contra, el equipo cordobés terminó de sentenciar con el uno a tres.

Al final, nuevo tras pies, esta vez ante uno de los grandes de la categoría y los fantasmas del descenso que se acercan cada vez más. Con un partido menos que los demás, la salvación está ya a siete puntos. Queda mucho camino que recorrer.