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GOL. El delantero albinegro Miguélez observa cómo el balón entra sin que el guardameta alcoreño Raúl pueda hacer nada para evitarlo. / SUR
TERCERA DIVISIÓN

La Balona vuelve por sus fueros

Los de Baby encajan su enésimo empate en el 93' después de fallar un penalti Miguélez, autor del gol local, dispuso de las mejores ocasiones para sentenciar

FRANCIS HEREDIA
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Ver para creer. La Real Balompédica Linense cedió ayer dos puntos sobre la bocina ante un Mairena que pudo y debió salir goleado del Municipal a poco que los atacantes linenses hubiesen estado un poco más finos de cara a la meta rival. Un penalti fallado, tres ocasiones claras en mano a mano con el meta rival y al menos otras cinco menos evidentes pero igual de peligrosas formaron el bagaje de favores de los futbolistas balonos ante sus rivales.

Un cúmulo de circunstancias que, sin embargo, no debe impedir que los futbolistas de la Balompédica puedan sacar pecho y levantar bien alta la cabeza por la imagen mostrada ayer.

Los primeros compases del encuentro volvieron a ser de claro estudio del rival por parte de ambos equipos, aunque muy pronto quedó claro que la Balompédica estaba dispuesta a llevar la iniciativa ante el entramado defensivo dispuesto por los maireneros, muy bien plantados atrás y a la espera de alguna genialidad de Orife entre líneas que pudiera aprovechar Joaquín.

Así, tras un par de intentos desde la lejanía de Joseph y Marín, en la primera llegada de peligro los de Baby dejaron constancia de su efectividad y no perdonaron. Fue en una acción que Manrique inició con calidad y fuerza por la banda izquierda, por la que se marchó de dos rivales y trazó el pase de la muerte hacia la llegada de Carlos Guerra, que controló, amagó y disparó sin demasiada fuerza, simplemente la justa para que Miguélez interceptara el envío en el área pequeña y picase la pelota ante la salida del portero con frialdad y calidad a partes iguales. Un golazo.

Oportunidad perdida

La opción más clara de dejar el choque visto para sentencia la tuvieron los locales en el minuto 25, cuando la mano de Chema cortó la trayectoria del balón dentro del área. Penalti tan claro como inocente. Manrique asumió la responsabilidad del lanzamiento. Lo hizo muy fuerte, arriba y al centro. El resultado, balón al larguero y ocasión malograda.

En la siguiente acción Velasco Ortega trató de compensar inventándose un penalti de Jonhy que sólo él vio. Raúl Domínguez lanzó y anotó, pero el colegiado, a instancias de su linier, anuló el lanzamiento por invasión del área y, basándose en una nueva circular de la que nadie tenía constancia, no dejó que se repitiera y zanjó el asunto con libre directo a favor de la Balona, con el consiguiente cabreo monumental del rival.

Cuando todo parecía acabado, un cabezazo de Joaquín dio en el hombro de un compañero y se convirtió en el empate definitivo.