El SAS indemnizará a una paciente por el olvido de una aguja dentro de su corazón
El SAS ha dictado una resolución por la que estima la indemnización presentada por una paciente sometida a una intervención de cirugía cardiovascular a la que, por olvido, se le dejó una aguja quirúrgica dentro del pericardio. En un comunicado, la asociación el defensor del paciente indicó que los hechos sucedieron en marzo de 2004, cuando E.P., fue intervenida en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, a fin de proceder a una reparación valvular.
Actualizado: GuardarLa asociación explicó que tras ser dada de alta, l paciente presentaba dolor torácico, notando como si algo se le clavara.
Tras realizarle diversas pruebas exploratorias, los facultativos descubrieron, con gran sorpresa, que tenía alojado en el pericardio una aguja metálica.
La reclamante aportó junto a su reclamación un exhaustivo informe elaborado por la Facultad de Medicina de Granada, en el que se valoraban los importantes riesgos que para la paciente supone vivir con una aguja clavada en su corazón. De esta manera, y tras advertir que los riesgos de una operación para extraerla desaconsejaban por el momento tal intervención, el informe realizado señalaba que aunque afortunadamente el riesgo no se había materializado, no se podía descartar que con el paso del tiempo pudieran «surgir complicaciones que puedan poner en peligro la vida de la paciente», como hemorragia en el saco pericárdico, taponamiento cardiaco o pericarditis constrictiva.
Tres mil euros
Ante la «evidencia» de los hechos, el SAS ha reconocido expresamente su error, al existir un nexo entre la intervención de valvuloplastia mitral practicada a la reclamante y el abandono en el lecho quirúrgico de una aguja de sutura que, si bien no ha provocado a la paciente hasta la fecha un daño físico evaluable, sí ha originado ya un importante daño psíquico, pues la paciente ha sido diagnosticada de un trastorno por estrés postraumático al presentar un cuadro de angustia y pensamientos recurrentes de que va a morir.
El SAS limita no obstante la indemnización sólo a los perjuicios psíquicos, y por ello acuerda indemnizar a la paciente con 3.149 euros, cantidad considerada por la afectada como «absolutamente insuficiente», por lo que ha decidido recurrir la resolución administrativa.