Público y privado
Actualizado: Guardara noticia de que el presidente francés Nicolas Sarkozy y la modelo y cantante italiana Carla Bruni contrajeron ayer matrimonio en una más que discreta ceremonia civil contrasta con la exposición pública de las vicisitudes sentimentales por parte del mandatario galo. El final de su anterior vínculo vino a sugerir que, al igual que su contrincante en los comicios para encarnar la más alta representación de la República, Ségolène Royal, Sarkozy pudo mantener las apariencias por necesidades de campaña. Lo que, a los ojos de la opinión pública francesa, convertía su repentino y publicitado idilio con Carla Bruni en un episodio más propio de una personalidad hiperactiva que del derecho que asiste también al Presidente a rehacer su vida amorosa. Desgraciadamente, esos mismos antecedentes han podido situar el vano secretismo de una boda anunciada.