El Tau Vitoria logra terminar con la imbatibilidad del Madrid en Vistalegre
Los blancos acusaron el desgaste sufrido el pasado jueves en la Euroliga pero hicieron sufrir a los baskonistas hasta el final antes de ceder el triunfo
Actualizado:El Real Madrid firmó la capitulación de su cancha de Vistalegre por primera vez en la presente temporada ante el Tau Vitoria, que ganó la partida por la vía del rebote y la intensidad para exigir físicamente a los blancos, que aún tenían fresco el cansancio por el partido del jueves pasado contra el Panathinaikos griego en la Euroliga.
La noche europea con los tres triples del estadounidense Louis Bullock en los últimos segundos de la prórroga todavía flotaban en el ambiente. Los partidos así dejan secuelas físicas si no hay tiempo para la recuperación. Volver a la pista un par de días después de tumbar al campeón de Europa para jugar contra otro rival de relumbrón como el Tau dejaba un flanco débil en el Madrid. Al final pudo apreciarse el desgaste, lo que no libró a los baskonistas de sufrir hasta el final y comprobar que el líder tiene arrestos para vacíarse y aguantar el esfuerzo.
El tercer clasificado de la Liga ACB tenía esa carta marcada antes de salir al parqué de Vistalegre. La victoria sobre el Panathinaikos, además, también dejó lesionado al pívot griego Lazaros Papadopulos. Otra baza más a explotar en poder del Tau por medio del hispano-brasileño Tiago Splitter, el cuarto jugador más valorado del campeonato (18,3 puntos de media). Tardó en hacerlo y no fue hasta que lo hizo cuando vislumbró el triunfo.
Pero el técnico croata Neven Spahija dejó al pívot carioca en el banquillo de salida. El estadounidense Will McDonald y el bosnio Mirza Teletovic ocuparon los puestos interiores en el Tau para emparejarse con Felipe Reyes y el serbio Blagota Sekulic y el partido, mientras los hombres grandes se tomaban la medida, despertó a través del norteamericano Charles Smith, que arrancó de forma espectacular.
El Madrid cogió la estela de La Araña y, de forma inmediata, de Reyes. El internacional español buscó espacios lejos de las inmediaciones del aro para distanciarse de McDonald y empezó a producir puntos (diez al descanso) bien ayudado en defensa por Sekulic.
En el intercambio surgió, por fin, la conexión visitante con Splitter. Sin Papadopulos era importante. El Tau lo notó (44-49). La hora de la verdad había llegado para el Madrid . Había que ver cuánta gasolina le quedaba en el depósito después de los 45 minutos contra el Panathinaikos.
Después, los blancos veían cómo se marchaba el partido.