Idriss Deby, una turbulenta vida política
En la Jefatura de Estado de Chad desde 1990 los mayores conflictos han surgido con la instauración de la democracia y la presión de los rebeldes
MADRID Actualizado: GuardarIdriss Deby, general y jefe de Estado de la República de Chad desde diciembre de 1990 y líder del Movimiento de Salvación Popular (MSP), se hizo con el poder tras protagonizar un golpe de Estado que depuso a su predecesor, Hisene Habré. En 1996 ganó las primeras elecciones democráticas celebradas en Chad desde su independencia en 1960, triunfo que repitió en las de mayo de 2001.
Nacido en 1952, es miembro de la tribu Borgat del Enedi (norte de Chad). Ingresó muy joven en el ejército, en la Infantería de las Fuerzas Armadas del Norte (FAN), lideradas por Hisene Habré. Combatió al frente de las FAN durante las luchas internas del país hasta junio de 1982, cuando Hisene Habré llegó a la presidencia del país.
Tras la llegada de Habré al poder, Deby fue ascendido a comandante y las FAN fueron transformadas en Fuerzas Armadas Nacionales de Chad (FANT). Ese mismo año se inició una guerra contra Libia por el territorio fronterizo denominado la franja de Auzu, y Deby, que dirigió el ejercito chadiano hasta 1986, demostró ser un gran estratega militar.
Una vida dedicada al Ejército
En 1986 fue enviado a la Escuela de Guerra de París, donde permaneció casi dos años perfeccionando sus conocimientos castrenses. En 1988 fue nombrado por Habré jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y consejero militar del presidente, y en estos cargos desempeñó un papel importante en los contactos que supusieron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Libia y el fin de la guerra, en 1989.
Habré se vio amenazado por el éxito y la popularidad que había obtenido Deby durante la guerra con Libia y trató de eliminarlo de la escena política, y le destituyó del mando de las Fuerzas Armadas. Deby organizó, junto con otros opositores, un complot para derrocar a Habré. La intentona golpista, prevista para el 1 de abril de 1989, fue abortada y algunos de los sublevados detenidos y torturados.
Deby logró llegar a Sudán, y allí fundó el Movimiento Patriótico de Salvación (MPS), que agrupaba a los sectores disidentes del partido gubernamental y exigía a Habré la instauración de un régimen democrático. En Sudán, Deby congregó a disidentes chadianos hasta contar con una fuerza de alrededor de tres mil hombres, y con la ayuda de Libia, que le proporcionó armamento, inició una sublevación contra el Gobierno de Habré el 10 de noviembre de 1990. El 1 de diciembre Deby llegó a la capital y al día siguiente recibió el poder del presidente del Parlamento, primera autoridad del país desde la huida de Habré.
Una democracia que necesitaba de Francia y Libia
La primera medida tomada por Deby fue la instauración de un régimen democrático y pluripartidista y convocó a los líderes políticos del país para formar un Gobierno provisional de Unión Nacional. Sus dos primeros viajes oficiales fueron en febrero de 1991 a París, donde pidió ayuda económica, militar y alimenticia, y a Libia, donde solicitó al líder libio, Muamar El Gadafi, ayuda para la reconstrucción del país.
Desde su llegada al poder, se produjo el regreso de algunos líderes de la oposición que pidieron su legalización. Entre finales de 1991 y mediados de 1992 tuvo que superar tres intentos de golpe de Estado, la reanudación efímera de los ataques de la guerrilla leal a Habré, o las revueltas interiores del funcionariado, aquejado de recortes salariales y el aumento de impuestos.
Esta difícil situación hizo que Deby aplazara hasta noviembre de 1992 el decreto de constitución de la Conferencia Nacional, de la que nacieron los órganos encargados de tutelar la transición: Presidencia, Asamblea y Gobierno. Tras ser aprobada la Constitución, en marzo de 1996, se celebraron las primeras elecciones democráticas, que necesitaron dos vueltas, en junio y julio. En la segunda, Deby se hizo con la Presidencia al obtener el 69'1% de los sufragios. El 20 de mayo de 2001, Idriss Deby volvió a ganar las presidenciales con un 67,3% de votos, que evitó una segunda vuelta.
Un gobierno perseguido por los rebeldes
Agresiones a observadores locales y constantes denuncias de irregularidades en muchos de los colegios electorales fueron la tónica de estas segundas presidenciales, en las que, al igual que ocurrió en las de 1996, la oposición presentó numerosos casos de fraude.
El régimen de Deby estuvo acosado, desde 1998, por el Movimiento para la Democracia y la Justicia (MDJT), principal fuerza armada rebelde del país, que operaba desde la zona montañosa y casi desértica del Tibesti (norte del Chad), hasta el 19 de agosto de 2005, cuando firmó con el Gobierno un acuerdo de paz que puso fin a siete años de rebelión en el norte del país.