Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizEl Puerto
HINDUSTÁN. Los vecinos han denunciado los destrozos. / IB
EL PUERTO

Los vecinos de Pinar Alto denuncian los daños realizados por el centro Hindustán

Este centro comercial consiguió una licencia municipal en el año 2005 a pesar de contravenir la edificabilidad, altura y linderos que marca la normativa de la zona

IVÁN BERNAL
Actualizado:

Los vecinos de la calle Cigüeña comenzaron a vivir una pesadilla hace justo dos años, cuando la empresa constructora Firmes y Carreteras inició la construcción del centro comercial Hindustán en el solar anexo.

El proyecto contempla la construcción de un edificio de catorce metros de altura, que consta de un semisotano, dos pisos y una semiplanta. Además, el edificio está flanqueado por un foso exterior que permite el acceso al garaje y a las plantas inferiores. Al excavar tres metros de profundidad para construir el semisotano, estos trabajos ocasionaron una serie de daños estructurales en las viviendas unifamiliares ubicadas junto a la obra, que se tradujeron en todo tipo de grietas e incluso el peligro de derrumbe de varios patios unifamiliares.

Uno de los propietarios de estas viviendas, Eduardo Blanca, explica que «durante varios días no pude siquiera salir al patio ya que el arquitecto de la obra me comentó que corría el peligro de que el suelo se hundiera bajo mis pies».

Una retroexcavadora «se había excedido en el cumplimiento de sus funciones» y había excavado la parte de abajo del patio de este propietario. A pesar de que los obreros taparon el hueco provocado por la máquina, las grietas y hendiduras de la vivienda comenzaron a multiplicarse.

«Lo peor no son las grietas del patio sino las que se han extendido por la cocina. No me ha tirado la casa de milagro. He intentado hablar con el promotor pero no quiere hacerse cargo de los desperfectos», matiza Blanca.

No es el único perjuicio que han sufrido los propietarios de la zona. La comunidad de propietarios ha denunciado al promotor de este edificio por enganchar el bajante del centro comercial a las tuberías de la urbanización. El enganche de luz también ha sido realizado de forma ilícita.

Contra la ley

La normativa de esta urbanización revela que el edificio incumple gran parte de las leyes urbanísticas. El edificio se asienta sobre una zona catalogada como «comercial del tipo II». La alzada máxima permitida sobre este tipo de suelo es de nueve metros y setenta y cinco centímetros. Sin embargo, este centro comercial posee cerca de catorce metros de altura, mucho más de lo previsto.

La otra versión

En caso de superar los diez metros de altura, el edificio debe haber realizado un estudio de detalle, que el Área de Urbanismo ha subrayado que «el edificio no posee». Además, la única forma de superar estos diez metros es cuando se deja la misma distancia de líndero con las viviendas anexas. No obstante, la separación con las unifamiliares no supera los tres metros de margen.

Sin embargo, el promotor de este centro comercial, Miguel Yuste, ha negado esta versión de los hechos. Según explica Yuste, «la construcción se ha realizado de forma ejemplar». «Hemos construido los cimientos a base de bataches, una herramienta innovadora que sirve para no causar daños a las construcciones anexas», matiza. Asimismo, Yuste explica que «se ha intentado molestar lo menos posible a los vecinos y que se han solucionado todas las deficiencias que han surgido en las unifamiliares».

De esta manera, el promotor ha querido dejar claro que «el proyecto del centro comercial cuenta con todas las licencias municipales y se ha ajustado a la legalidad hasta el último detalle».

elpuerto@lavozdigital.es