Luis Aragonés pone en duda su presencia en la próxima Eurocopa

Luis Aragonés está dispuesto a morir matando, a dejar incluso el cargo del seleccionador antes de la Eurocopa si la Federación no decide posponer la presentación de su sucesor hasta la conclusión del certamen que organizarán Austria y Suiza del 7 al 29 del próximo mes de junio.

El veterano técnico, de 69 años, asume que tiene «fecha de caducidad», que aunque España fuera campeona no seguirá al frente del combinado nacional tras el Europeo, pero no está dispuesto a que le sieguen la hierba bajo sus pies, a trabajar bajo la permanente sombra de su sustituto. Sospecha incluso que existe una maniobra para acelerar su salida y que Raúl acuda al campeonato.

Bojan, Fernando Navarro, Arbeloa, Albelda, la crisis del Valencia, a vueltas con Raúl... La conferencia de prensa en la que Aragonés tenía que argumentar su convocatoria para el atractivo amistoso del próximo miércoles ante Francia, en Málaga, seguía su curso normal hasta que al seleccionador se le hizo saber que su jefe Ángel Villar desea anunciar al próximo seleccionador después del choque de preparación que España disputará contra Italia, el 26 de marzo en Elche. De pronto, Luis lanzó un órdago a la FEF y amenazó con dar la espantada. Ya lo hizo tras caer con Francia en el Mundial de Alemania, donde no le aceptaron la dimisión, y también amagó tras las derrotas ante Irlanda del Norte y Suecia.

«No me incomoda en absoluto lo que quiera hacer la FEF. Ya os dije que tengo fecha de caducidad y ya veis que la FEF va haciendo sus cosas. No tengo nada que decir, pero lo que no se sabe es si Luis va a llegar a la Eurocopa», ironizó el de Hortaleza en lo que parecía una respuesta muy meditada.

«Depende de los vientos»

«Son cosas que salen, me consta que los que hablan son amigos de una gente..., pero no quiero hablar de hipótesis. Primero se tiene que producir el nombramiento y luego ya se verá si Luis quiere estar en la Eurocopa o si la Federación a lo mejor apunta otras cosas», remarcó el seleccionador en otra vuelta de tuerca. ¿No desea entrenar en la Eurocopa?, se le repreguntó. «Quiero estar, pero luego puede pasar cualquier otra cosa. Depende de cómo vengan los vientos, yo hablo por los vientos, pero creo que todo sale de dentro de la Federación y que está ya amasado», sentenció.

La amenaza de Luis dejó boquiabiertos a los miembros de la Federación presentes en ese momento en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas y podría provocar un replanteamiento de la situación. Villar y su equipo de colaboradores tenían la certeza de que escenificar cuanto antes al traspaso de poderes sería positivo para tranquilizar el entorno del equipo nacional. Entienden que de ese modo se conseguiría evitar que la selección disputase la Eurocopa bajo un permanente guirigay de rumores sobre el futuro inquilino del banquillo.

Aragonés, en cambio, acepta que el nuevo seleccionador trabaje en silencio, que prepare un amistoso de agosto y los primeros partidos de la clasificación para el Mundial de Sudáfrica ante Bosnia-Herzegovina y Armenia, pero considera poco ético que se le presente de manera oficial mientras él sigue en el puesto y no piensa tragar. Entiende incluso que Fernando Hierro, director deportivo de la FEF, ha podido tensar la cuerda para forzar su marcha y que así Raúl, de la mano del nuevo técnico, vaya a la próxima Eurocopa.