El Foro | El inmoral, el chulo y el torpe, por Ángel Gutiérrez
En la película de esta semana, tres actores acaparan el protagonismo. El primero es el indeseable conductor que se ha atrevido a litigar con los padres del joven al que atropelló y que murió como consecuencia del accidente. El tipo decidió retirar la demanda el mismo día de la vista, supongo que acogotado por el enorme impacto mediático del asunto, propiciado por el buen trabajo del programa de Canal Sur Vista Pública. Que la víctima tuviese parte de culpa en el accidente no es óbice para que este individuo haya demostrado una falta absoluta de sensibilidad, moral y conciencia. Su actitud puede que le perjudique si, como parece, se reabre el caso del accidente y se demuestra que su conducción fue temeraria. Sería sin duda, su mejor medicina.
Actualizado:El chulo ha sido el repeinado consejero de sanidad de Madrid, un tal Güemes, que se despachó con un «perdón ¿por qué?» a la pregunta de si la Comunidad pensaba pedir disculpas a los cuestionados médicos del Hospital Severo Ochoa. Tras el archivo de la demanda por las llamadas sedaciones masivas, el chulo y Aguirre tiran balones fuera y rechazan haber respaldado la denuncia anónima, origen del desaguisado. Los voceros mediáticos, de unos y otros, amplifican o minimizan el asunto, según convenga. Pero creo que, en este caso, es justo reconocer que los populares madrileños han metido la pata y en lugar de chulos deberían ser honestos y admitir el error. Aunque, claro, no es un momento oportuno. Y no lo es porque el horizonte electoral está próximo y eso también preocupa al torpe. La dádiva de Zapatero es una promesa populista y barata. Me hace gracia oírle decir que es justa y progresiva. Pues ni una cosa ni otra. Los autónomos no se beneficiarían y muchas rentas bajas tampoco. Las medidas fiscales indiscriminadas no son justas por naturaleza.
Puede que los deméritos de Zapatero más que los aciertos de Rajoy conviertan los comicios en una batalla de incierto final.