El Doce se presenta en sociedad
El Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812 se presentó ayer en la Casa de América de Madrid con el objetivo declarado de «hacer partícipes» a ciudadanos y agentes sociales de la conmemoración de una efeméride ineludible en la historia de nuestro país. La cita de Madrid buscaba explicar el «argumentario» de la fecha, la justificación para celebrarla, pero sobre todo, se trataba de presentarla ante las grandes empresas del país, de cara a lograr el patrocinio del capital privado, que es indispensable para allegar los cuantiosos fondos que una conmemoración ambiciosa precisa. Asimismo, fue la ocasión de comprometer en el proyecto a los embajadores de los principales países iberoamericanos, sin los cuales el Bicentenario no se entendería. En este sentido, puede decirse que el objetivo ha quedado cumplido, y no es cuestión menor. Si, como parece, las principales corporaciones del país dan su apoyo económico al Doce, buena parte del éxito está asegurado. En este sentido, ha sido importante el respaldo de un gaditano comprometido con el futuro de su ciudad y con la fecha, Augusto Delkáder, que presentó el acto.
Actualizado: GuardarEl consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, presidente del Consorcio, se reservó además una sorpresa final: el anuncio de que el organismo asumiría la rehabilitación del Castillo de San Sebastián, para convertirlo en el edificio de referencia que el Doce busca. El castillo caletero, cuya inclusión o no en el proyecto había sido objeto de disputa entre la Junta y el Ayuntamiento, compatibilizará usos culturales y públicos, albergará la Casa de Iberoamérica en Cádiz y el Observatorio del Constitucionalismo, y su rehabilitación y adecuación a los nuevos usos se decidirá en un concurso internacional.
La gran oportunidad que el Doce debe suponer para Cádiz y San Fernando, y para toda la Bahía, avanza un gran paso después del día de ayer. Sólo queda esperar que se cumplan los pronósticos y que la celebración de las libertades que Cádiz 2012 ha de representar tenga el gancho suficiente entre las grandes corporaciones, y que se consigan rentabilizar al máximo las posibilidades del castillo, un enclave privilegiado para dotarlo de contenidos y ponerlo al servicio de la ciudad.