El candidato de la UE en las elecciones de Serbia del domingo se queda sin el apoyo de Kostunica
Tadic, más lejano a Rusia, se enfrenta al nacionalista Nikolic en la segunda vuelta Los sondeos dan casi un empate técnico
Actualizado: GuardarSerbia ya vive encerrada en sí misma y excluida de Europa, pero pasado mañana puede alejarse aún más con un viraje profundo y marcha atrás. El piloto, que presenta esta maniobra como un cambio, sería el vencedor del primer turno de las elecciones presidenciales, Tomislav Nikolic, candidato del Partido Radical en ausencia de su líder, Voijlav Sesejl, juzgado en La Haya por presuntos crímenes de guerra.
Si gana el domingo en la segunda vuelta, su receta será acercarse a Rusia, cerrarse en banda sobre la independencia de Kosovo, que es cuestión de días o semanas, y tratar a la Unión como a alguien que le debe un favor.
La alternativa, la apuesta de la UE, o más bien su esperanza, es Boris Tadic, actual presidente de Serbia y líder del Partido Demócrata. Los sondeos dan casi un empate y no se atreven a predecir el vencedor, pero de momento él es el perdedor. Quedó segundo en la primera vuelta, el 20 de enero, a cuatro puntos de su rival (39,9% contra 35,41%). Y además acaba de recibir una puñalada inesperada. Contaba, como muchos analistas, con el apoyo del actual primer ministro, Vojislav Kostunica, ex compañero demócrata y aliado en el Gobierno, pero la noche del miércoles anunció que no se lo daba. Que los seguidores de Kostunica le hagan caso es otra cosa, pues muchos no soportan a Nikolic, pero es una señal influyente. La masa de votos que mueve el primer ministro, que en la primera vuelta respaldó al tercer clasificado, su socio de coalición Velimir Ilic, es la que inclina la balanza.
Kosovo, la clave
Son también pésimas noticias para la UE y la estabilidad europea. Las elecciones del domingo dejan caer la primera pieza de una hilera de fichas que no se sabe en qué dirección va a serpentear. La secuencia es: independencia de Kosovo más o menos pronto según quién gane, reacción de Serbia más o menos airada dependiendo del vencedor, réplica de la UE más o menos dura, respuesta de Rusia más o menos agresiva, posibles consecuencias en enclaves serbios en Kosovo y Bosnia, tentaciones de emulación de Kosovo de nacionalistas o zonas problemáticas de mayoría étnica de toda Europa, desde el País Vasco a Moldavia, pasando por Chipre.
Y más allá, por ejemplo, en el Kurdistán iraquí.