Atacada la embajada israelí en Mauritania
Seis hombres armados han tiroteado esta madrugada, entre gritos de "Alá es grande", la sede israelí y han causado al menos cinco muertos
JERUSALÉN Actualizado: GuardarSeis hombres armados han tiroteado esta madrugada, entre gritos de "Alá es grande", la Embajada de Israel en Nuakchot (Mauritania), donde los guardias de seguridad han repelido la agresión, intercambiando disparos que han causado al menos cinco heridos, según fuentes de la seguridad mauritana. El embajador israelí en Mauritania, Boaz Beismuth, ha dicho a la radio pública israelí que ningún miembro de la representación diplomática había resultado herido en el ataque.
Testigos citados por la prensa local han asegurado que los seis hombres llegaron al lugar en un vehículo que aparcaron frente a una discoteca próxima al recinto diplomático y gritaron "Alá es grande", antes de comenzar a disparar las armas automáticas que portaban. La zona fue acordonada por la Policía, sin que por el momento el Gobierno mauritano haya informado sobre lo ocurrido.
El Gobierno de Mauritania ha condenado el ataque y ha asegurado que hará "todo para detener a los culpables", según las palabras del ministro, recogidas por la agencia marroquí MAP. Mauritania "condena con fuerza este acto criminal y hará todo para detener a los autores y llevarles ante la Justicia", ha agregado el ministro, que no ha dado detalles sobre el estado de los heridos.
Tres franceses heridos
El Ministerio francés de Exteriores ha confirmado que tres de sus nacionales han resultado heridos en el ataque contra la Embajada de Israel en Mauritania y que el titular del departamento, Bernard Kouchner, viajará a ese país magrebí a finales de la semana próxima y mantendrá encuentros con las autoridades locales.
A través de un comunicado, el ministro francés ha trasladado su solidaridad a las víctimas del ataque y a los Gobiernos de Mauritania e Israel, al tiempo que ha mostrado su confianza en que los agresores sean detenidos y juzgados.
A finales de diciembre pasado cuatro turistas franceses fueron asesinados a tiros en una localidad mauritania por hombres presuntamente vinculados al integrismo musulmán. Ese suceso y otras amenazas fueron decisivos para que el Gobierno francés pidiera a los organizadores del rally Lisboa-Dakar la suspensión de las etapas por Mauritania, lo que llevó a la cancelación definitiva de la prueba a primeros de enero.