Un soldado vigila la entrada del mercado en donde se ha producido la matanza. /AFP
110 heridos

Al menos 98 muertos en dos atentados en una nueva jornada trágica en Bagdad

Los cinturones explosivos de dos mujeres, ambas con discapacidad mental, han sido activados por control remoto en dos mercados repletos de gente

BAGDAD Actualizado: Guardar
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Dos explosiones registradas esta mañana en Bagdad, las dos causadas por mujeres con discapacidad mental, han causado hasta el momento 98 muertos y más de 200 heridos. Según un alto mando de la Seguridad iraquí, las dos mujeres llevaban cinturones explosivos que han sido activados por control remoto. En el primer caso, el objetivo ha sido un mercado de animales repleto de gente; en el segundo, otro del barrio de Bagdad al Yadida, de mayoría chií.

El de hoy se ha convertido en el día más sangriento en Bagdad desde el pasado mes de abril, según fuentes del Ministerio del Interior. El primero de los dos ataque casi simultáneos ha tenido lugar en el mercado de animales domésticos de Suq al Gazl -donde se intercambian principalmente palomas y aves-.

Mujeres discapacitadas para cometer atentados

Una mujer con un cinturón de explosivos se ha llevado por delante la vida de 69 personas que abarrotaban el lugar. Un alto mando de la Seguridad iraquí ha confirmado poco despúes que la mujer padecía una discapacidad intelectual y que la carga fue accionada por control remoto. La explosión ha dejado, además, 140 heridos.

Primero se creyó que el atentado había sido perpetrado con un artefacto oculto entre el desorden del mercadillo, pero luego se ha confirmado la existencia de una suicida cuando ha aparecido entre los despojos humanos la cabeza de una mujer separada del cuerpo.

Testigos presenciales han relatado que el mercado se transformó en un caos absoluto y que numerosos animales murieron también por la explosión. En las imágenes grabadas por algunas televisiones, la sangre de los animales y la de las personas se confundía en el suelo mientras era retirada con potentes chorros de agua.

Dos ataques coordinados

El segundo atentado, coordinado con el primero, también ha tenido como blanco otro mercado de animales, en este caso en el barrio chií de Bagdad al Yadida (Nuevo Bagdad ), y se ha saldado con 29 muertos y 67 heridos, según fuentes policiales. También ha sido una mujer discapacitada la que ha saltado por los aires cuando su cinturón explosivo ha sido activado de forma remota.

Como en el ataque anterior, la Policía aseguró en un principio que la explosión fue causada por una bomba oculta en una caja de palomas que se encontraba en una camioneta de transporte colectivo, pero la agencia Aswat al Iraq desmintió este extremo y adelantó que ha sido obra de otra mujer. Fuentes del Gobierno iraquí han confirmado después esta información.

En un primer momento trascendió que el posible blanco de este atentado era una patrulla militar estadounidense que pasaba por la zona aunque luego se ha excluido este extremo.

Todo indica que los dos atentados de hoy no tienen otro objetivo que el de causar el terror indiscriminado en una ciudad que había comenzado a recuperar la tranquilidad en los últimos meses. "Apuntando a iraquíes inocentes, los terroristas muestran su verdadero caráceter demoníaco", ha señalado una fuentes militar de Estados Unidos.

Amenaza contra la población

El mercado de Suq al Gazl ha sido objeto en el pasado de otros dos atentados mortíferos: el pasado 23 de noviembre, al menos 13 personas murieron y otras 57 resultaron heridas por el estallido de un artefacto colocado por un desconocido que posteriormente se dio a la fuga.

Hace un año, el 26 de enero de 2007, otra bomba explotó en el mercado cuando estaba lleno de compradores; causó 15 muertos y 35 heridos.

Grupos rebeldes han renovado recientemente sus amenazas de atentar contra los mercados pese a que la mayor parte de ellos están rodeados por barreras de hormigón para evitar el acceso de coches-bomba. Estas barreras, que rodean también muchos de los barrios de Bagdad, han evitado en los últimos meses que se repitan los atentados que eran moneda corriente en Bagdad entre 2004 y 2006.

Además, en estos barrios las poblaciones chiíes y suníes han quedado prácticamente separadas, lo que también ha contribuido a rebajar los casos de violencia sectaria.