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El Racing empata en San Mamés, elimina al Athletic y hace historia
El Racing certificó el acceso a la primera semifinal de Copa del Rey de su historia a costa de un Athletic que se dejó el alma, llegó a igualar la eliminatoria en menos de media hora pero pagó su esfuerzo en la segunda mitad y cayó por sus clásicos y graves despistes defensivos.
Actualizado: GuardarPese al pésimo resultado del Sardinero (2-0), el excelente momento del Racing y las sensibles bajas de hombres como Iraola, Orbaiz, Javi Martínez, Etxeberria y el portero Iraizoz, esta vez el Athletic salió convencido de que la remontada era posible. En el período inicial, completó un notable ejercicio de paciencia, orden y perseverancia. Tocaba atacar pero con cabeza, sin perder la calma y sin permitir a los cántabros contragolpear. Y, sobre todo, estar certeros en las ocasiones que se presentaran. Los montañeses, en cambio, salieron un poco a verlas venir, a jugar con el resultado, a conservar su renta en lugar de buscar con ahínco la sentencia.
Para condimentar aún más este choque norteño con sabor a derbi, los leones golpearon a la primera. Cuando los cántabros trataban de recuperarse, Llorente inventó una gran jugada, se zafó con un sutil taconazo de cuatro defensores y fue derribado por el ingenuo Oriol. El penalti lo tuvo que transformar dos veces Iñaki Muñoz, ya que Rubinos ordenó repetir, pero no le tembló el pulso. Poco más hasta el descanso.
En la reanudación comenzaba otro partido, otra eliminatoria. No le quedaba otra al Racing que asomarse al área rojiblanca, meter presión a la dubitativa zaga bilbaína. Y a fe que lo hizo con grandeza. El recién entrado Pablo Álvarez ya avisó un par de veces antes de que Duscher silenciara San Mamés. Se volvieron a relajar un instante los santanderinos y Susaeta, en posición dudosa, volvió a poner al rojo vivo la eliminatoria.
El Botxo soñaba con la gesta y clamaba contra Rubinos cuando no vio cómo Pinillos no quería pero arrollaba a Gabilondo. Y del penalti no pitado a la sentencia de Tchité, tras una acción de estrategia iniciada por Colsa que contó con la inestimable colaboración de la defensa de Caparrós. Ya en el descuento, con el los vascos desfondados y Garmendia de improvisado lateral derecho, Óscar Serrano firmó el empate. Fiesta cántabra y, pese al varapalo, gran ovación de San Mamés a su generosa tropa.