Zapatero afirma que la economía está «fuerte y segura para avanzar con el viento a favor o con dificultades»

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseveró ayer que la economía española está «fuerte y segura para avanzar con el viento a favor o con dificultades». El presidente se pronunció así tras conocer que, según las estimaciones del Banco de España, la economía española creció el 3,8% en 2007 y el 3,5% en el cuarto trimestre del pasado año.

Sin embargo, el último compromiso electoral de José Luis Rodríguez Zapatero ha sumido en la confusión incluso a los miembros de su propio Gobierno. Ni Pedro Solbes tiene ya claro que los trabajadores autónomos no puedan beneficiarse de la reducción de 400 euros en las retenciones del IRPF.

El vicepresidente económico afirmó el martes que no había ninguna previsión de incluir a este colectivo en la media. Menos de 24 horas después, tras participar junto al jefe del Ejecutivo en la presentación de la candidatura socialista por Madrid, aseguró que la cuestión está «encima de la mesa». Mientras, el ministro de Asuntos Sociales, Jesús Caldera, justificó la exclusión de este sector. Y reconoció, además, que la iniciativa puede tener efectos inflacionistas.

Caldera, coordinador del programa electoral del PSOE, alegó que el impacto adverso en los precios será en todo caso «suave» y menos perjudicial que un descenso «fuerte» en la tasa de crecimiento. Planteó esta consecuencia colateral de la promesa estelar de Zapatero, de hecho, como algo bien sopesada y meditado. Durante «más de dos meses», según aseveró en Onda Cero, venían trabajando los socialistas en una media que «se ha concretado en las últimas semanas».

Solbes, sin embargo, rechazó públicamente reducciones de este tipo durante su última comparecencia en el Congreso, hace tan sólo 20 días. Y varios miembros del equipo redactor del programa confiesan que no conocían su existencia hasta este domingo.

Evitar los 'parches'

El vicepresidente y ministro de Economía siempre ha sido más partidario de tomar medidas a largo plazo que de parches inmediatos. En su intervención en la cámara baja, el pasado 10 de enero, desestimó la sugerencia del diputado de CiU Josep Sánchez Llibre de reducir un 5% las retenciones porque, según dijo, la economía española estaba preparada para hacer frente a las incertidumbres económicas y porque no veía peligrar el consumo («vaya a cualquier centro comercial y vea las colas que se han producido en este período para comprar cosas», llegó a afirmar).

Solbes consideraba entonces que sería «un error» dar más dinero a los ciudadanos porque aumentaría la demanda interna y se crearían presiones inflacionistas, lo mismo que admitió ayer el titular de Trabajo y coordinador del programa del PSOE.

Coste variable

La idea de los 400 euros no partió, pues, según admiten fuentes cercanas al vicepresidente segundo, del departamento de Economía. Otra cosa es que Solbes fuera consultado y que después, como número dos en la candidatura de Zapatero, la haya asumido porque, al menos, cumple un requisito que considera básico y es que tiene un coste acotado de 5.000 millones de euros. Una cifra que, en todo caso, sería mayor si finalmente se decide que los trabajadores autónomos también disfruten del recorte. «La decisión -dijo Solbes- se tomará en su día cuando salga la ley».

El presidente del Gobierno no se metió ayer en esta cuestión.

Se limitó a reiterar que la medida es buena para la economía, para el empleo y para los asalariados y pensionistas y, crecido por el dato de que el crecimiento económico llegó al 3, 8% el pasado año, la atribuyó a la buena gestión del ministro. «Es la persona a la que todo el mundo en España dejaría gestionar su patrimonio -dijo mientras Solbes permanecía serio a su lado, con un ojo cerrado por culpa del desprendimiento que sufre desde hace días-, por su rigor y su seriedad».

Reiteró que la promesa de deducir 400 euros de la cuota del IRPF a 13,5 millones de contribuyentes es «buena» porque estimulará el consumo y el crecimiento económico, contribuirá a crear empleo y ayudará a asalariados y pensionistas a afrontar su capacidad adquisitiva. «Si es buena para estas cosas, ¿por qué no le gusta al PP?», se preguntó, antes de responderse a sí mismo que «lamentablemente nunca hemos visto al PP apoyar nada, fuera bueno o muy bueno», sino sólo «criticar al Gobierno con el terrorismo y la lucha contra ETA».

Por eso, ha deplorado que el PP se haya «atrevido a decir» que con esta promesa el PSOE ha «comprado votos». «Vaya consideración que de su propio voto y de su propia conciencia tiene aquél que dice que los ciudadanos pueden vender su voto por 400 euros», agregó. Rodríguez Zapatero ensalzó al vicepresidente económico, porque da «confianza y seguridad» que esté al frente de los recursos públicos una persona como él.