La provincia pierde árbitros por el miedo a las posibles agresiones
Estos pocos más de tres centenares de jueces deportivos tienen que lidiar con el medio millar de partidos de fútbol que se disputan a la semana en la provincia, en todas las categorías. Unos 20.000 encuentros a lo largo del año. «Somos uno de los eslabones más débiles de este deporte», explica Gutiérrez.
Actualizado: GuardarEl miedo disuade a los más jóvenes. Y poco a poco, las filas de árbitros adelgaza. «Cada vez es más difícil incorporar nuevos profesionales. Hay veces que sientes miedo, que incluso temes por tu integridad física. Cuando un chico lo vive en sus carnes es fácil que abandone», explica.
Batallar con un equipo de jóvenes que no superan los 18 años obliga al entrenador a convertirse en una especie de segundo padre. «Una de las bases de nuestro trabajo es ejercer de psicopedagogos. Los jugadores traen problemas graves que sufren en casa al campo», explica Miguel Toledo, delegado del Comité de Entrenadores en Cádiz. Un trabajo de educador que es especialmente importante con los chicos y chicas de entre 15 y 16 años, de la categoría de juveniles, asegura.
Se trata de inculcar educación como barrera que frene la violencia externa, en casa y en las gradas, afirma.