![](/cadiz/prensa/noticias/200801/31/fotos/004D3CA-TEM-P2_1.jpg)
Jugar para olvidar
Los jugadores del Conil agredidos en Chiclana vuelven a la normalidad de los entrenamientos
Actualizado: GuardarMirar hacia delante, volver a la normalidad, recuperar la tranquilidad y olvidar. Ésas son las premisas que los entrenadores del Conil juvenil pretenden inculcar ahora a la veintena de chavales que sufrieron el pasado domingo en Chiclana una brutal agresión por parte de un grupo de encapuchados cuando disputaban un partido contra el equipo local en el campo de El Fontanal.
«Nuestro objetivo es que todo vuelva a ser lo más normal posible cuanto antes». Son palabras de uno de los dos monitores de este grupo de futbolistas, Daniel Peces, que atendió ayer a LA VOZ durante el primer entrenamiento del equipo en las instalaciones de El Colorado tras el lamentable suceso.
«Los chavales están bien y han vuelto a venir al campo con ganas; además, me comentan que no tienen ningún temor a volver a jugar en Chiclana ni en otros campos. Lo que sucedió no tiene nada que ver con el deporte, son cosas que pueden pasar en muchos sitios», aseguraba ayer Peces.
Sea como fuere, el ambiente es muy distinto a como lo era antes de la agresión de El Fontanal. Y todo pese a que la estancia de su compañero herido de gravedad, Juan R., en el hospital, ya ha terminado y ayer mismo regresó tras recibir el alta médica a su casa. «La llegada de Juan nos ha dado mucha alegría. Tanto los chavales como nosotros estamos muy contentos de que ya esté en casa, de que se recupere y de que pronto pueda volver a estar con nosotros aquí jugando».
La plantilla del Conil juvenil también quiere, como su entrenador, pasar página. El propio Daniel aseguraba que todos quieren que «la investigación de la Guardia Civil siga su curso y pueda detenerse a los culpables».
Y es que la Policía sigue investigando y tomando declaración a testigos y posibles implicados en este altercado juvenil, que tuvo según parece su origen en una pelea en una discoteca de Conil hace varias semanas.
Sobre este extremo, el responsable de los jóvenes futbolistas aseguraba ayer también haber mantenido contactos con los propietarios del establecimiento de copas, que «ha puesto incluso las cintas de las cámaras de vigilancia del local a disposición de la investigación por si pudiera identificarse a algún implicado».
De momento, y a falta de que caiga el peso de la justicia sobre los agresores, la mayor parte menores de edad, el equipo de fútbol juvenil de Conil sigue a lo suyo, que es entrenar a diario para lograr que el fútbol gane este partido a la violencia.