Tortillas saciantes
Son lo último, me informa Almudena. Porque sólo tienen 30 (lo de calorías sobra), mientras una manzana, por ejemplo, tiene 100.
Actualizado:-¿Cien? ¿Cómo puede tener 100 una cosa tan insípida, ácida e inane como una manzana?
-Pero, ¿las Fuji, las Golden o las Reineta? -pregunto presumiendo de los conocimientos hortofrutícolas que nunca he tenido.
-Todas- sentencia Manolo y yo le creo porque últimamente le veo flaco como una espátula.
-¿Y si esa cosa seca -la tortita saciante- tiene 30 calorías cuántas tiene una hamburguesa?
-Depende -resuelve Toñi.
Y ante la mirada interrogante, agrega:
-Si es de carne blanca o magra.
(Yo que solo distingo entre cerdo, vaca y pollo, disimulo y finjo que he crecido inmersa en el mundo de la explotación ganadera).
No soy la única y por eso Toñi se explaya:
-La carne magra es la que contiene un 10% de materia grasa, como el cerdo, el conejo, el pollo, sin piel, claro...
Todos hemos ganado diez puntos de salud y dos tallas menos con esa información extra (y gratis).
-Yo, por ejemplo, me tomo una hamburguesa sin pan, sin salsas, sin tomate, sin ketchup, sin...
-Eso es un filete ruso.
Se hace un momento de silencio. Cada uno, con su calculadora cerebral, está recordando cuándo su cuentakilómetros pasó de mil. O de 10.000. Todas, menos Laura, que tiene una 38 y parece ajena a cualquier cálculo que no se mida en euros o cotice en Zara.
De hecho, una salta de las tortillas saciantes a la 38 de Laura y entiende la parábola esa del reparto de los talentos. Cuestión de ponerse en la cola equivocada. mcaballero@lavozdigital.es