La Copa amenaza a Koeman y Aguirre

Eliminado de todas las competiciones europeas y en caída libre en la Liga, donde es undécimo y ya ve más cerca el descenso que la UEFA, el Valencia se agarra a la Copa del Rey para intentar salvar la temporada. En busca de las semifinales, los desorientados pupilos del cuestionado Koeman defienden en El Manzanares el exiguo gol de ventaja obtenido en Mestalla, donde dejaron vivos a un Atlético que jugó más de una hora con diez y se encerró siempre en su área.

El técnico holandés se la juega y tampoco está muy seguro su colega Aguirre, discutido por no haber tenido mano izquierda con Maniche, porque el ramplón juego de los rojiblancos no responde a las expectativas y porque ya acumulan tres derrotas consecutivas, sin marcar ni un solo gol.

El Valencia sólo ha ganado uno de los diez partidos de Liga disputados y sería colista si la Liga hubiera empezado el día en que llegó Koeman. El holandés, aparentemente ajeno a las críticas, tiene dos años y medio de contrato por delante y no piensa dimitir. «Tengo fuerza y ánimo para seguir», insiste. Niega haber recibido un ultimátum pero no puede evitar ya la sombra del portugués Mourinho, de quien la prensa inglesa dice que ha recibido una oferta del Valencia. Para el decisivo choque de hoy, donde confía en «limpiar la imagen», pierde a Silva y Vicente, ambos a causa de problemas musculares sufridos ante el trabajado equipo de Unai Emery. Tampoco estarán los lesionados Baraja, Morientes y Alexis.

Conjura rojiblanca

En el Atlético se han conjurado para ganar la «final», tal y como define su técnico el partido, despejar incógnitas y acallar rumores. El presidente, Enrique Cerezo, ha intentado cortar las especulaciones sobre la continuidad del técnico mexicano, de quien inclusos se ha dicho que barrunta la renuncia. «Está con mucha ilusión y con muchas ganas. Pongo la mano en el fuego porque Aguirre seguirá con nosotros mucho tiempo», sostiene el máximo mandatario.

Aguirre esperará hasta última hora pero parece dispuesto a arriesgar con el navarro Raúl García, quien entró en la convocatoria tras lesionarse en el derbi y es fundamental en el centro del campo, sobre todo porque Motta está sancionado.

Simao, quien también sufrió un problema muscular ante el Madrid, todavía no está a punto, y el técnico medita dar descanso a Pablo, nervioso tras sus dos graves errores ante el eterno rival y el lamentable despeje en la ida ante el Valencia. Es una cita crucial para ambos conjuntos y el manito no admite contemplaciones.