Entierro del hombre que sufrió ayer el accidente mientras impartía clases en una escuela taller. | Antonio Romero
Fallecido en Accidente Laboral

Multitudinario y emotivo adiós al monitor fallecido el martes en Bornos tras quedarse electrocutado

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Francisco Javier García Jiménez, monitor de electricidad de la Escuela Taller Casa de los Ordóñez de Bornos, que falleció el martes tras recibir una descarga eléctrica, fue incinerado ayer en el tanatorio de Jerez. Anteriormente, a las 17.30 horas, los pueblos de Arcos y Bornos, sus familiares, amigos y los alumnos de la escuela taller quisieron darle su último adiós, en la Iglesia de San Francisco de Arcos. El fallecido contaba con 37 años y era natural de Arcos, donde además residía. El templo religioso, y las zonas cercanas a éste, se llenaron de personas que, emocionadas, quisieron rendir homenaje a «un gran profesional y una mejor persona», comentaban algunos. «Pipo», que era como le conocían en el municipio, «deja un gran vacío entre sus familiares, amigos y alumnos», comentaban a la llegada del féretro. Los alumnos de la escuela taller, aquellos que fueron testigos del trágico final de su profesor, también quisieron estar presentes en el sepelio. Algunos de ellos, visiblemente emocionados y con lágrimas en los ojos, aseguraban «lo vamos a echar mucho de menos y nos va a costar volver al centro sin él». Como homenaje le llevaron una corona de flores en recuerdo de «los alumnos y compañeros de la Escuela Taller». Días de luto En el municipio de Bornos, lugar donde tuvo lugar el trágico suceso, los grupos municipales han acordado, por unanimidad, declarar tres días de luto oficial. Durante los mismos se suspendan el pregón oficial del carnaval, el encendido del alumbrado extraordinario y el resto de actividades que se iban a celebrar con motivo de la fiesta más popular del municipio. Además, en Arcos, Bornos y la sede de la Mancomunidad se celebraron ayer sendos minutos de silencio en señal de luto por el fallecido. Por último, los miembros de la Escuela Taller Casa de los Ordóñez, lugar donde impartía clases y donde le sorprendió la muerte, han acordado paralizar las clases hasta el próximo 4 de febrero. No obstante, algunos alumnos han considerado que «nos costará mucho trabajo volver a dar clases en este edificio», sobre todo en el lugar del suceso, la primera planta, y algunos de ellos han mostrado su intención de abandonar electricidad porque «le hemos cogido mucho miedo porque todo ha sido muy duro», apuntan. sierra@lavozdigital.es