«No descarto llevar el caso a Bruselas, lo hago por el bien de nuestra playa»
La decisión de la Fiscalía de Medioambiente de archivar el caso de las barbacoas ha indignado a Regla Valiente, la vecina de Loreto que el año pasado recogió cerca de 700 firmas en contra de esta celebración en la playa. «Lo de la falta de pruebas no lo entiendo. El daño medioambiental causado al litoral urbano gaditano con esta tradición es irreversible, la comida, los orines y los vómitos. Todo eso está ahí, se trata de un auténtico macrobotellón, prueba de ello es cómo queda la playa al día siguiente. Los servicios de limpieza hacen lo que pueden, pero se trata de una limpieza superficial, lo demás la arena se lo traga», explica. En su cruzada particular por erradicar las barbacoas en la playa en el Trofeo Carranza, esta ciudadana gaditana se reunió con el fiscal de Medio Ambiente, Ángel Núñez, el pasado 5 de octubre de 2007 para presentar una causa que ahora ha sido archivada. Dos meses antes, el 6 de agosto, las rúbricas recogidas por Valiente fueron entregadas al jefe de Demarcación de Costas, Federico Fernández.
Actualizado: GuardarRegla promete ser fiel a su apellido y seguir luchando porque un día no se celebren barbacoas en la playa gaditana. «Tengo fuerzas para seguir adelante. Voy a mover muchos hilos, pero de manera discreta y no descarto seguir recogiendo firmas para poder llevar el caso a Bruselas. Todo lo voy a hacer por el bien común que es la naturaleza, nuestra playa, porque las barbacoas son una salvajada que van a terminar con nuestro bien más preciado», afirma.
Plataforma en internet
La iniciativa de Regla ha tenido tanta repercusión entre los gaditanos que ya muchos, como Eduardo Tovar García, le han aconsejado «crear una plataforma por internet para recoger más firmas de gente», algo que ella medita seriamente luego de la postura tomada por la Fiscalía. El aspecto negativo es la pérdida de anonimato de esta mujer que en algunos momentos ha reconocido sentirse «acosada» por grupos de jóvenes. «La gente ya me conoce y cuando voy por la calle me saludan y me miran, hay otros que se burlan», admite.
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