«Con un mal texto, un actor no brilla»
La actriz rescata su primera pasión, el teatro, y vuelve al cine
Actualizado: GuardarLleva ocho años en la televisión, donde ha enlazado dos series de éxito que le han cambiado la vida, 7 vidas y Aída. Carmen Machi quiere mucho a la singular Aída, una mujer maltratada, alcohólica, con problemas para llegar a fin de mes con la que en los últimos domingos sintonizan más de seis millones de persona. Pero, para no caer en la rutina y seguir aprendiendo «y equivocándome», la simpática actriz madrileña recupera la que es su primera pasión, el teatro, y no descuida el cine, donde repetirá, esta vez como protagonista, con Javier Rebollo: Lo que sé de Lola.
-Antes de salir en la tele, llevaba trabajando sin descanso desde los 17 años en montajes teatrales.
-El teatro es básico para mí. No sólo porque es algo irrepetible, mágico y que te da mucha libertad, también porque es una manera de vivir. En televisión, te recoge un coche y vas de casa al plató y del plató a casa, no pasas por la vida. El teatro es todo lo contrario y, además, como sales de gira, te das unos homenajes gastronómicos...Y luego, sales al escenario y eres el dueño, mientras que en el mundo audiovisual eres el último que decide.
-No se queje, que luego le sacan las mejores tomas.
-Es que, como todo es tan rápido, pues aprendes a hacer todas bien. La televisión es mucho más difícil de lo que la gente se cree, tienes que ser doblemente eficaz porque hay que convencer en segundos.
-El tirón que tiene se notará en que el teatro colgará el cartel de lleno.
-Viene gente que te sigue como actriz desde hace tiempo, pero otros muchos lo hacen porque te han visto en la tele. Fuera de las grandes ciudades, como hay menos ofertas, atrae mucho ver en carne y hueso a quien ven en televisión.
-Lo suyo con el teatro está claro, pero con el cine mantiene una relación distante.
-Tampoco se hacen tantas películas. Ahora tengo proyectos muy golosos de los que no hablo porque aún no hay contrato. Sí puedo decir que Javier Rebollo, con el que hice Lo que sé de Lola, me ha dado el papel principal en la película que rodará este año. Es un personaje precioso, durísimo.
-En su quinta temporada, Aída no sólo no han perdido adeptos, sino que tienen la audiencia de sus mejores tiempos: más de seis millones, incluso superan a CSI.
-Ahora llama más la atención porque hay muchas más series. Sabía que iba a arrasar porque lo veo por la calle. La gente me entra todo el tiempo y siempre me preguntaba cuando volvíamos.
-Ya, pero ¿por qué gusta tanto?
-Porque es una serie coral, todos los personajes tienen su momento, su trama y los papeles son muy variopintos. Esta el facha, el yonkie, el gay... Desde el principio, Aída fue un pelotazo porque salió de 7 vidas.Y también pesa que lleve un tiempo en emisión, lo que ha permitido que el público quiera y conozca a los protagonistas.
-¿Qué me dice de los guionistas?
-Son la base de todo. Un buen actor puede defender un mal texto, pero no brilla. Nuestros guionistas nos lo hacen muy fácil porque nos conocen muy bien. Cuando me preguntan qué diría Aída si..., siempre digo que lo mío es repetir palabra por palabra lo que me escriben.
-Hay emisiones con un nivel importante de barbaridades y atrocidades. El pasado domingo...
-Sí, sí, fueron demasiadas burradas. La serie me gusta porque sus personajes son radicales, extremos y dicen cosas muy directas. Hay que defender con dignidad los guiones, pero no siempre me gusta lo que dicen.
-En esta etapa, Aída ha bajado a los infiernos, ha vuelto a beber.
-Llevo mucha comedia encima, pero soy muy amante del dramón. Necesitaba sentir cosas, arriesgar, y el alcohol me ha servido para no secarme y dar sentido a mi trabajo. Pero, como la gente quiere tanto a Aída y están siempre a su lado, no les gusta nada que sufra. Por la calle me compadecen y me dan consejos para que deje de beber.
-¿Se recuperará?
-Saldrá del problema, pero no sé qué pasará.
-O sea, que hay Aída para rato.
-Supongo que sí.