Denuncian falta de espacio para atender a una decena de pacientes con daño cerebral
La asociación de familiares de enfermos afectados por esta grave dolencia (Adacca) ayuda actualmente a 15 personas en su sede de la capital gaditana La Junta de Andalucía les ha cedido 3.000 metros cuadrados en Chiclana, pero necesitan financiación para construir un edificio adecuado
Actualizado:Debido a un accidente de tráfico, laboral, deportivo, caídas o agresiones, una determinada parte del cerebro queda lesionada para siempre. Existen otras causas, como tumores cerebrales, falta de oxígeno en el cerebro o accidentes cerebrovasculares, más usuales entre la gente mayor que las lesiones traumáticas.
La Asociación de Familiares del Paciente con Daño Cerebral de Cádiz (ADACCA) -fundada en febrero del año 2000- tiene por objeto ayudar a las personas que sufren una lesión cerebral y a sus familias. «En la actualidad se producen 100.000 casos de afectados al año, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud y a expertos del ámbito sanitario a hablar de una epidemia silenciosa», aclara Javier San-Sabas Guerrero, neuropsicólogo.
La estimulación cognitiva es muy importante después de un daño cerebral, según Javier, porque «el médico se encarga de salvarte la vida, pero no de convivir con esa discapacidad. Nosotros lo que hacemos es trabajar con el paciente y su familia de manera conjunta, pues las secuelas son variadas y necesitan de un tratamiento multidisciplinar. Es muy frecuente que la conducta cambie por completo después de un capítulo de este tipo y en más de una ocasión, las mujeres me han dicho que su marido entró al quirófano siendo una persona y salió siendo otra», explica.
Estimulación
Javier destaca que una de las características del cerebro es su plasticidad, tanto que «en muchas ocasiones, si se estimula adecuadamente, el hemisferio derecho asume las funciones del izquierdo cuando éste ha sido dañado. Hay pacientes que se pintan un lado de la cara o que comen de un sólo lado del plato».
Por segundo año, Adacca ha iniciado un nuevo programa de Rehabilitación Integral para niños con Daño Cerebral en colaboración con la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía.
El programa, dirigido a menores de 4 a 15 años, ofrece los siguientes servicios de forma gratuita: estimulación cognitiva, fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, psicoterapia y terapia de familia.
Adacca actualmente atiende a 15 pacientes y tiene en lista de espera a 10 por cuestiones de espacio, según anunció a este medio su presidenta, Ana Pérez Vargas, quien adelantó que la Junta de Andalucía les ha cedido un terreno de 3.000 metros cuadrado en Los Gallos, Chiclana, para construir una nueva sede. «El problema ahora es conseguir la financiación», advierte la titular.
«Tuve que aprender a vestirme otra vez»
Pedro López nunca olvidará la manifestación en contra de la Guerra en Cádiz de hace cinco años. Su relato es escalofriante. «Venía de hacer la compra de Mercadona con mis hijos, estaba bajando las bolsas del coche cuando me dio un infarto cerebral. Me quedé agarrado a la puerta y mi mujer pensaba que estaba bromeando, hasta que me vio la boca torcida», dice mientras no para de hacer ejercicios con su mano izquierda ayudándose de la derecha. «Ya muevo el dedo pulgar y puedo caminar», dice de manera triunfalista.
Con 41 años y cuatro hijos, Pedro se quedó postrado en una cama durante más de 20 días en la UVI del Puerta del Mar. Su familia fue y sigue siendo la clave de una recuperación que ha sido lenta. «El habla no me afectó -rememora-, pero tuve que volver a aprender a leer y a vestirme. Además, el infarto cerebral me dejó la epilepsia como regalito. El proceso de recuperación empieza cuando notas que te rodea tu familia, en mi caso fueron mis hijos, mi mujer y mis padres».
Hoy este militar prejubilado ha logrado una independencia asombrosa gracias a su rehabilitación diaria en Adacca. «Ahora viajo solo en autobús, cosa que antes era impensable. Eso sí, no he parado de hacer rehabilitación ni puedo hacerlo porque perdería todo lo que he ganado. Es duro, pero mis hijos, mi mujer y mis padres son la principal motivación. Lo hago por ellos», cuenta orgulloso. jmvillasante@lavozdigital.es