Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizJerez
Jerez

La paradoja de las ayudas

David Montero creó su sociedad a final de 2006 en Jerez y aconseja a los nuevos empresarios que no dependan de subvenciones

Actualizado:

David Montero Abujas tiene 31 años, dirige su propia empresa desde finales de 2006, da trabajo a otras dos personas y piensa acabar el año con dos o tres compañeros más en su oficina. David se hartó de trabajar para otros (entre los que estuvieron Telefónica Móviles o la mismísima Delphi) y, a diferencia de tantos compañeros emprendedores, no esperó a recibir ayudas públicas ni cree en ellas. «Las subvenciones son como los caramelos: están muy bien como complemento pero uno no puede basar su alimentación sólo en ellos», defiende. Por lo que se puso manos a la obra sin pensarlo y con sus propios recursos.

O, mejor dicho, manos al teclado, porque iSoluciones se dedica a la auditoría y la seguridad informática (lo que se traduce en garantizar que los equipos de cualquier empresa estén a salvo de intrusos y peligros externos). Es la única que se dedica a ello en la provincia y sólo hay tres o cuatro de este tipo en Andalucía. Además, la Asociación de Jóvenes Empresarios acaba de firmar un acuerdo para implantar y certificar los sistemas de gestión en sus compañías a través de esta empresa gaditana.

Ganas de prosperar

Con estos mimbres, el negocio va a toda velocidad con apenas un año de vida. Tanto, que su dueño y mentor ya no duda a la hora de prever un aumento de plantilla. Mientras tanto, David Montero continúa estudiando e incluso se ha matriculado en unas pocas carreras de Económicas en la UCA, pese a que él estudió Informática.

«La Universidad es un excelente caldo de cultivo para el espíritu emprendedor», defiende Montero, quien lamenta que sus vecinos de pupitre tiendan tanto a la seguridad que les da prepararse para la oposiciones a funcionario o trabajar por cuenta ajena. Él podría ser el ejemplo opuesto en ambición: «El dinero está ahí. Claro que está ahí: sólo hay que estar decidido a buscarlo», argumenta.

Desde luego, el dinero no está en las ayudas públicas y David subraya que nadie puede depender de ellas para empezar a funcionar, «ya que conozco a gente que ha recibido las subvenciones cuando ha cerrado».

Por todo ello, y una vez localizado el foco de negocio, la búsqueda no debe parar. «Los jóvenes empresarios tenemos que fomentar lo que yo llamo redes sociales, que no son otra cosa que los viejos contactos», explica. La diferencia con los hábitos de antes se encuentra en que Internet y las nuevas tecnologías han ampliado el panorama hasta límites insospechados. Es lo que la jerga llama networking.

Otro mundo, en suma. Particularmente cuando se trata de una empresa como iSoluciones, dedicada a la informática y obligada a una renovación permanente. Los lazos con colectivos como la AJE o las plataformas en Internet son un ejemplo de relaciones más allá de los tradicionales alcances comarcales.

No obstante, las razones de toda la vida también pesan. David nació en Sevilla, se crió en Cádiz y ha fundado su empresa en Jerez: «Me da mejores posibilidades de comunicación y conexión que Cádiz; estoy a menos de 100 kilómetros de Sevilla y de Algeciras y eso se agradece; la capital necesita más infraestructuras», advierte.