ORDEN. Policías dan a los moteros instrucciones de por dónde deben desviarse en uno de los controles en 2007. / J. C. CORCHADO
Jerez

Los hosteleros quieren que el centro se abra a las motos por las mañanas durante el Mundial

Horeca planteará al Ayuntamiento que los cortes de tráfico se produzcan a partir de las 16 horas en los días del Gran Premio También propondrán que las bolsas de prohibición se reduzcan

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La alcaldesa ya anunció la pasada semana que, tal y como era previsible, en la próxima edición del Gran Premio de Motociclismo volverá a repetirse el dispositivo especial puesto en marcha por primera vez el año pasado y cuya medida más significativa fue el blindaje del centro de la ciudad al tráfico de motos. Mientras se cierra dicho plan, hosteleros, vecinos y otros colectivos continúan esperando la reunión de la comisión de trabajo para abordar el Gran Premio, más conocida como Mesa de la Motorada.

La patronal de hosteleros de la provincia, Horeca, ya tiene cerrados los principales planteamientos que van a llevar a la alcaldesa en dicha comisión, en la que también están presentes miembros de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad. El principal de ellos, según indicó el presidente de Horeca, Antonio de María Ceballos, será «que la ciudad permanezca abierta al tráfico de motos hasta las 16 horas de la tarde, algo que fue lo que se planteó el año pasado, pero al final no se llegó cumplir».

En este sentido, De María recuerda que en 2007 «la circulación se cortó a las 16 horas del viernes y ya no se volvió a abrir hasta el domingo por la noche», con los perjuicios, apuntó, que ello supuso para los hosteleros. Horeca entiende que se puede compaginar este negocio y el derecho al descanso de los vecinos con esta medida intermedia, ya que «las restricciones durante todo el día no tienen mucho sentido y nosotros sin embargo no podemos perder también los desayunos y los almuerzos».

La segunda propuesta que llevará la patronal hostelera al Ayuntamiento consistirá en «la reducción de las dos grandes bolsas de aparcamiento que se cerraron el año pasado, ya que entendemos que algunas calles sí que podrían abrir al tráfico sin perjuicio de la seguridad», en palabras de Antonio de María.

Dichas bolsas son la avenida de Europa y la avenida Álvaro Domecq, que en la pasada edición del Gran Premio quedaron blindadas a los moteros. «Podrían hacerse bolsas más pequeñas, haciendo énfasis en las zonas donde más se perjudica a los vecinos. Hay una gran parte del casco viejo de la ciudad por la que sí se podría circular», apostilla. Igualmente, señaló, habría que tener en cuenta la seguridad, impidiendo que circulen las motos «por aquellas zonas donde se pueden hacer los caballitos con más facilidad».

Controles policiales

En tercer lugar, Horeca hace referencia al operativo y presencia policial para controlar la Motorada dentro de la ciudad, con motivo del aluvión de aficionados que llegan a la ciudad por el Mundial de Motociclismo. Afirma que «este año, si fueran más pequeñas dichas bolsas, harían falta menos policías». Pero lo realmente importante es que «destinen a estos agentes con cepos, con presencia también de camiones en las zonas de control para que se inmovilicen los vehículos si es necesario y se les devuelva el lunes».

Coto a los vándalos

Una manera prácticamente única de disuadir a los moteros, precisó, ya que «si se ponen multas se pagan y ya está, pero si se le quita la moto le fastidias el Gran Premio, que es lo que realmente le puede llegar a importar». Se trata de esta manera de diferenciar al motero que «viene a pasarlo bien y se comporta de manera cívica» y al que «practica el vandalismo».

Por ahora, lo único que se sabe del plan de seguridad y tráfico que el Ayuntamiento llevará a cabo con motivo del Gran Premio (que se celebrará los días 28, 29 y 30 de marzo) es que se repetirán las medidas llevadas a cabo el año pasado, lo que significa la supresión de la gymkhana.

En palabras de la propia alcaldesa, Pilar Sánchez, la ciudad no puede ser «un campo sin vallar», con lo que el dispositivo «beneficiará sobre todo a la ciudadanía».

Sin embargo, y frente a las fuertes críticas de los hosteleros el año pasado, también matizó que «se están cerrando ciertos flecos que se van a corregir».

«Hay que buscar el consenso. El año pasado quedé con ellos en una serie de acuerdos que estoy cumpliendo a rajatabla», aseguró la alcaldesa, aunque también quiso dejar claro que «puedo demostrar que algunos bares de la Avenida no perdieron absolutamente nada», afirmó, mientras que estos por el contrario no dudaron en asegurar que las pérdidas fueron millonarias.

Concluyó la regidora adelantando que «habrá sorpresas y se va realzar el Gran Premio de Motociclismo».

A la espera de que el Ayuntamiento haga públicas las líneas maestras del plan de seguridad y tráfico con motivo del evento que traerá a miles de aficionados a las dos ruedas, Horeca espera impaciente la reunión de la mesa para tratar los asuntos concernientes a la Motorada, después de que la decisión tomada el año pasado levantara ampollas en el sector.

eesteban@lavozdigital.es