Apoyo con matices

Si el plan puesto en marcha el año pasado por primera vez para hacer frente a la Motorada perjudica a los hosteleros, sin duda la otra cara de la moneda son los vecinos damnificados por el ruido, caso de la asociación de vecinos Punta Norte, plaza del Caballo y Chapín.

El presidente de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad, Santiago Casal, se muestra partidario en líneas generales del dispositivo, ya que «coincidimos en que esto no puede ser un campo sin vallar y en que hay que salvaguardar los intereses de los vecinos», pero a la vez pide que «los controles policiales no sean tan estrictos como el año pasado, ya que en muchos casos fueron represivos y muchos vecinos tuvieron problemas incluso para acceder a la zona en la que viven».

Apuesta porque esto «no vuelva a ocurrir», por lo que «habrá que articular cómo hacerlo» en la próxima reunión de la Mesa de la Motorada. También aboga, como ya propusieron el año pasado, por crear zonas de aparcamiento vigiladas para los vehículos, de manera que «los moteros puedan acercarse a los sitios», ya que no obvió que «el Gran Premio es una fuente muy importante de ingresos y eso hay que conciliarlo con los derechos de los ciudadanos».

Desde la asociación de vecinos de la plaza del Caballo su presidente, Javier Cantos, indica que están a la espera de «una reunión con el Ayuntamiento que esperemos se celebre pronto». Muestra además su apoyo al plan de la Motorada y aseguró que la sentencia que obliga al Consistorio de El Puerto a indemnizar a un vecino «refuerza nuestras tesis».

Afirma además que los vecinos no se oponen a espectáculos controlados, con concierto incluido, como los celebrados el año pasado en la Zona Norte, concretamente en el parque de la Feria y sus alrededores. Recalcó que «el año pasado funcionó muy bien, nada de cargas policiales como se dijo, ya que se exageró todo», y recuerda que «estamos únicamente ante una competición deportiva, como cuando se juega un partido de fútbol y los jugadores no salen luego a la calle».

En la zona de Chapín, el presidente de la asociación de vecinos, Ángel Magro, confía en que «no va a haber ningún tipo de problema, ya que el año pasado fue fenomenal». La única pega, puntualiza, es que los vecinos de Jerez Norte tuvieron que soportar molestias, por lo que abogó porque esta vez «se valle la zona». En cuanto a los comercios y bares afectados de Lola Flores, «es cuestión de ver diferentes alternativas, como que los moteros puedan acceder a la parte trasera y aparcar».