EL PUERTO

Zarza 50, ilusión y nostalgia

Las seis familias desahuciadas de Cruces 6 ya han recibido las llaves de sus nuevas viviendas, por las que pagarán un euro al mes

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No creeré que es mi casa hasta que no abra la puerta con mis llaves». Esta frase de Josefa Cía, una de las mujeres desahuciadas de Cruces 6, momentos antes de recibir su nueva vivienda en Zarza 50, es una muestra de la gran lucha que han protagonizado para conseguir sus nuevos hogares.

«Más de dos años exigiendo nuestros derechos, peleando y pidiendo lo que considerábamos justo». Ana María Pinto, otra de las mujeres desahuciadas de Cruces 6, apenas podía creerse el pasado martes que por fin tenía las llaves de su nueva casa. Con energía las cogió de manos del edil de Vivienda, Antonio Jesús Ruiz, e inmediatamente abrió las puertas de su hogar invitando a todos los asistentes al acto protocolario a que entrasen a ver «la luminosidad y los acabados».

Ahora, las seis familias de Cruces 6 están en pleno proceso de mudanza y «en cuanto salga el último mueble» tendrán que ver cómo las máquinas derriban la que hasta ayer fue su casa. Así lo confirmó el edil de Vivienda, que dejó claro que la demolición se realizará de manera automática.

«No había más remedio y lo hemos aceptado por el bien de la ciudad porque entendemos que el proyecto que se va a realizar en Santa Clara es muy necesario para los portuenses». Con estas palabras Ana María Pinto explica la razón por la que, después de dos años de negociaciones con el Ayuntamiento, ella y sus cinco vecinos aceptaron el desahucio para que Cruces 6 sea derribada y se puede proceder a la construcción de las 190 viviendas de Santa Clara de las que 30 estarán destinadas a albergar a los vecinos de la barriada de José Antonio una vez que esta sea demolida.

Pero nadie quiere estar presente en el derribo de Cruces 6 que podría efectuarse en tan sólo un mes. «Son muchos los recuerdos. Nací aquí y es parte de mí. No podré ver cómo todo queda reducido a escombros», explica otra de las vecinas, que entre ilusión y nostalgia, recogió las llaves de su nueva vivienda.

Los vecinos disfrutan de estas casas nuevas en régimen de alquiler indefinido. Pagan un euro al mes que tan sólo sufrirá las consiguientes subidas del IPC. Además, las familias afectadas consiguieron una indemnización por el desahucio.

Pero a pesar de ello, todos se lamentan de haber pasado de una propiedad a un alquiler y de que en un futuro sus hijos no puedan disfrutar de estas casas que siempre formarán parte del parque municipal de viviendas del Ayuntamiento.


Santa Clara en Privavera

El derribo de las viviendas de Cruces 6, es indispensable para que la Junta de Andalucía comience la próxima primavera el complejo de 190 Viviendas de Protección Oficial (VPO) sobre los terrenos de la Ermita de Santa Clara .

Sin embargo, para comenzar las obras de este vasto complejo, la Administración regional aún tiene varios temas pendiente. Junta y Ayuntamiento deben realizar las expropiaciones que aún quedan sin ejecutar en el Plan de Reforma Interior (PERI) de la Ermita de Santa Clara.

Por su parte, el equipo de Gobierno está ultimando el estudio de detalle que el área de Urbanismo está realizando sobre este plan de reforma interior. Pero hay otro problema coleando. El Gobierno local ha enviado a la Delegación Provincial de Medio Ambiente un informe para desafectar la cañada que pasa por esta zona. Medio Ambiente tiene un plazo de treinta días para contestar si están de acuerdo con esta desafectación.

De este modo, si todos estos requisitos se cumplen podrían comenzar las esperadas obras de este complejo de 190 viviendas de protección oficial en primavera. Dentro de esta urbanización, alrededor de una treintena se usarán para reubicar a los residentes de la barriada José Antonio que será demolida. De las 160 viviendas restantes, 60 pasarán a propiedad municipal y 100 serán gestionadas por la Junta Andalucía, que venderán los pisos a familias con escasos recursos económicos. elpuerto@lavozdigital.es