El Portuense reacciona y sale de los puestos de descenso directo
Los rojiblancos se impusieron 2-0 a un desdibujado Ceuta con goles de Paulino y Javi Navarro en propia puerta Los pitos con los que la afición despedía a su equipo hace apenas 15 días se tornaban ayer en una sonora ovación
Actualizado:Al fin la parroquia rojiblanca pudo volver a disfrutar con un triunfo de su equipo. El Portuense consiguió ayer tres vitales puntos que le permiten abandonar los puestos de descenso directo a los que había caído la pasada jornada. Y lo hizo venciendo a uno de los mejores conjuntos de la categoría, un Ceuta que, sin embargo, ayer pagó la ausencia de dos de sus futbolistas más desequilibrantes: Tato y Fran Amado.
Le bastaron al Racing dos buenos arranques en cada parte para dejar los puntos en casa. En la primera, apenas había dado tiempo al público a ocupar sus asiento cuando Paulino se quedaba solo ante Lledó, que con su cuerpo y algo de fortuna repelía el disparo del ariete rojiblanco. Aún resonaba el uy en la grada cuando Zurdo estrellaba en el palo ceutí una falta botada desde la medular del área.
Cinco minutos de juego, dos claras ocasiones de gol y una tarde que se aventuraba propicia para los intereses locales. Sin embargo, con la falta de Zurdo se acababa el fútbol en estos primeros 45 minutos. El Portuense optaba por no tomar riesgos y cedía el balón al rival a la espera de aprovechar alguna contra. Pero el Ceuta ni recogió el guante, ni se decidió a asumir la iniciativa. En estas circustancias fueron las defensas las que más brillaron, especialmente la rojiblanca, que contó con dos baluartes en Chico, en el que fue su último partido con los de El Puerto, y Óscar. Éste último fue el encargado de secar a la máxima referencia ofensiva visitante, Javi Navarro, quien se mostró incapaz de superar en ningún momento el férreo marcaje al hombre al que le sometió el central sevillano.
La fría tarde del Cuvillo sólo viviría dos acciones más de escaso peligro antes del descanso. La primera caería del lado ceutí en un córner sacado por Enzo Noir y que casi se convierte en gol olímpico de no ser por la rápida reacción de Wilfred. La segunda, de color rojiblanco, llegaba instantes antes de enfilar el camino de vestuarios con un disparo de Dani Zúñiga que Lledó atajaba sin problemas.
Salida fulgurante
La charla que Carlos Orúe dispensó a sus hombres en la caseta dio el resultado deseado. Apenas transcurrido un minuto desde la reanudación, Sergio Narváez era derribado en el interior del área norteafricana. Santacruz veía la roja por la acción y Paulino subía el 1-0 al marcador con un fuerte disparo por el centro. Pese a la ventaja en el ambiente merodeaba el fantasma del Baza, contra el que se acabó empatando en las mismas circunstancias. Esta vez no fue así. En el minuto 5, Zurdo botaba una falta al corazón del área ceutí y Javi Navarro alojaba el balón en el fondo de sus propias mallas en un intento de despeje fallido.
Ya con una suculenta renta de dos goles, el Portuense se limitó a defender, esperando que le fuera llegando alguna ocasión a la contra. Y bien pudo aumentar su ventaja en alguna de ellas, pero ni Jorge Herrero, primero, ni Raúl Molina, después, acertarían a marcar en la que fue una plácida segunda mitad para los de Orúe.
Al final, 2-0 en el luminoso y tres nuevos puntos para un Portuense que si hace quince días abandonaba el campo en medio de una sonora pitada de su afición, ayer lo hizo recibiendo una no menos estruendosa ovación.