Arango castiga a un apático Atlético en el Ono Estadi
Los locales salen del descenso y los rojiblancos encajan su séptima derrota
Actualizado: GuardarEl venezolano Juan Arango castigó la apatía del Atlético de Madrid en el Ono Estadi y con su gol en la primera parte le infligió la sexta derrota de la temporada, mientras que insufló oxígeno a un Mallorca que con su primera victoria desde el 7 de octubre en su campo, huye del descenso.
El Atlético nunca había perdido en el Ono Estadi (su última derrota, 4-0, fue el Luis Sitjar en la temporada 98-99), y no conocía la derrota como visitante, también, desde el pasado 7 de octubre cuando fue derrotado por el FC Barcelona en el Nou Camp.
Las estadísticas quedaron destrozadas por un faena desaliñada de los colchoneros en la capital balear, imprecisos, casi fundidos, y que apelaron muy tarde a su gran figura, el Kun Agüero, que entró en el minuto 58 de la segunda parte. José Antonio Reyes fue expulsado casi la finalizar el partido por doble amonestación, coronando uno de sus peores partidos con la camiseta rojiblanca.
El Atlético de Madrid fue un equipo mediocre en el primer tiempo. Sin ideas, desdibujado, siempre a remolque de su rival, los rojiblancos tuvieron fortuna de irse al descanso sólo con un gol de desventaja, obra del venezolano Juan Arango (min. 21) tras un error -uno más- de los muchos que cometió la zaga visitante.
Con el Kun Agüero en el banquillo, el uruguayo Diego Forlán perdió a su gran aliado en el campo, así que deambuló por el césped con más pena que gloria. José Antonio Reyes fue anulado, no por su marcador natural, Héctor Berenguel, sino por el argentino Jonás Gutiérrez, que se adueñó de su banda.
Los brasileños Thiago Motta y Cleber Santana naufragaron en la zona ancha, superados por los argentinos Ariel Ibagaza y Guillermo Pereyra, y atrás, Pablo Ibañez y Fabiano Eller daban muchas facilidades.
Lo cierto, es que el notable número de bajas dejó bajo mínimos al Atlético, que apenas inquietó a un Mallorca que dominó, pero tampoco dio la sensación de gran superioridad. Su lucha es por alejarse del descenso, y la angustiosa necesidad de sumar puntos, a veces, pone plomo en las piernas y obnubila la mente de sus jugadores.
Javier Aguirre movió ficha en la reanudación. Había que defender la plaza de la Liga de Campeones, pero, por lo visto con el Kun Agüero y el colombiano Luis Perea, suplentes de lujo en el Ono Estadi, dio la impresión de que al mexicano le importa más en estos momentos, la Copa del Rey.
El Kun saltó al campo en el minuto 58 y su sola presencia bastó para intimidar a todo el Mallorca. Además, el Atlético adelantó sus líneas, así que al equipo balear no le quedó más opción que defender su ventaja y esperar la suerte del contragolpe. No bastó la clase del argentino para variar la suerte del partido, porque el Mallorca se defendió con eficacia, ayudado por la absurda expulsión de Reyes, que se borró del partido cuando más se le necesitaba.