El secreto de la felicidad
Paul Newman y Joan Woodward celebran mañana sus bodas de oro, lo que les convierte en la pareja más estable de Hollywood
Actualizado:Los actores Paul Newman y Joan Woodward pasarán a la Historia, además de por dos prestigiosas carreras avaladas por varios Oscar, por la gran hazaña personal de haber mantenido intacto un matrimonio durante cincuenta años en el fluctuante universo sentimental de Hollywood.
Mañana, la pareja estable y duradera por excelencia del estelar firmamento hollywoodiense celebrará sus bodas de oro, una nueva gesta para un matrimonio que les ha dado tres hijos, catorce películas y que ha brillado por su discreción y modestia.
Se habían conocido en 1953 como estudiantes del Actor's Studio cuando saltaron chispas durante la preparación de la obra de teatro Picnic, pero no fue hasta el rodaje cinematográfico de El largo y cálido verano (1958), de Martin Ritt, cuando confirmaron su química.
El filme, un opresivo melodrama, se rodó en una época en la que Woodward, cinco años menor que Newman, todavía era notoriamente más famosa que él. Ese mismo año ganaba el Oscar por Las tres caras de Eva, que recogió con un humilde vestido, hecho a mano y valorado en 100 dólares de la época.
Él, todavía casado con su primera mujer, comenzaba a destacar como nuevo sex symbol de la escuela de Lee Strasberg tras Marlon Brando, y encontraría en esos meses no sólo esposa, sino también consagración gracias al premio de interpretación en Cannes por la película de Ritt y al éxito de La gata sobre el tejado de zinc, por la que optó por primera vez al Oscar.
Pero a partir de ahí, el resto, como quien dice, es Historia. Y siempre historia oficial, porque durante medio siglo de enlace no han dejado lugar para la leyenda negra.
Hollywood Babilonia, el viperino libro Anger Kenneth, no encontró nada que objetar contra ellos, mientras que Juan Pando en su libro Hollywood al desnudo explicaba cómo el gran fisgón de la basura de las estrellas, Ward Harrison, mientras desvelaba que Natalie Wood usaba diafragma y Rita Hayworth leotardos adelgazantes, sólo lograba rescatar del contenedor de los Newman cartas de amor.
El secreto de la fidelidad: «¿Para qué buscar una hamburguesa si tengo en casa un entrecot?», proclamaba Newman. «Joanne siempre me ha dado apoyo incondicional en todas mis decisiones y esfuerzos, eso incluye mis carreras de coches, que ella deplora. Para mí eso es amor».
La pasión automovilística que tantos disgustos causó a su esposa fue compatibilizada con el regalo de algunos de los mejores papeles de la carrera de Joanne por parte de su marido como director. El sensible retrato de la crisis de la mujer de mediana edad en Rachel, Rachel (1968) y la adaptación de la obra de Paul Zindel ganadora del Pulitzer El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas (1972) fueron vehículos para demostrar la admiración de Newman hacia su esposa.
Actualmente, con 83 y 77 años respectivamente, Newman y Woodward viven alejados del trajín de Hollywood en un tranquilo rancho en Connecticut. Según el actor, «es mejor que Montana... y mi mujer y yo hemos encontrado allí un bonito cementerio».