Ciudad y puerto
Las relaciones entre ciudad y puerto no siempre han sido fluidas. Las ciudades marítimas en su afán de generar riqueza y empleo intentan conseguir aprovechamientos óptimos de los suelos portuarios mientras que las administraciones de los puertos se resisten a sus pretensiones alegando argumentos de índole más o menos parecida. Desde hace años esa problemática se aborda en diversos foros internacionales con resultados muy positivos porque tienen la virtud de propiciar un mayor entendimiento entre los gobiernos municipales y las autoridades portuarias. Fruto de ese entendimiento son las actuaciones urbanísticas llevadas a cabo, con éxito económico y social, en numerosas ciudades marítimas entre las que destacan Barcelona en España, Londres y Rochester en Inglaterra y Baltimore en EEUU, aunque también se pueden citar muchos otros ejemplos tanto en el continente europeo como en el americano. En la actualidad, Santa Cruz de Tenerife pone en marcha un ambicioso proyecto que integrará la ciudad con el puerto. Junto con la construcción de una nueva terminal de cruceros y de una estación de ferries se crea una importante zona de ocio que incluye locales comerciales, bares, cafeterías etc. Málaga no se queda atrás y emprende con la misma finalidad una profunda transformación de la zona portuaria.
Actualizado: Guardar¿Y en Cádiz?, ¿qué se hace en Cádiz? Inspirada en el modelo de Barcelona y en el de la ciudad hermana de Baltimore, el Ayuntamiento trató de impulsar, hace algún tiempo, una fuerte remodelación de la plaza de Sevilla y de la dársena pesquera que a su vez suponía, entre otras cosas, el traslado de la estación marítima al muelle Reina Sofía, pero como ya recordé en otro artículo su propuesta no encontró la receptividad adecuada en las instancias competentes. Por el contrario sí logró, con el pretexto de la celebración de la Gran Regata Colón 92 , el retranqueo de la verja y una menor altura del muro que la soporta para que así los ciudadanos pudieran contemplar el mar. Aunque parezca increíble esto antes no era posible. El paseo de la Punta de San Felipe también fue una realidad. El proyecto de Puerto América quedó inconcluso porque por razones que todavía ignoro no se convirtió, conforme a lo previsto y pactado, en un Centro Especializado de Alta Rendimiento de Vela. Una pena. La ciudad perdió la oportunidad de contar con un equipamiento deportivo de primera categoría. Lo he recordado en varias ocasiones.
Ahora, según anuncia la prensa, la Autoridad Portuaria procederá al derribo de la verja que separa la ciudad del puerto. Es una grata noticia. Pero mucho me temo que la vieja aspiración de integrar parte del recinto portuario en el tejido urbano quede insatisfecha. La ampliación del aparcamiento de Canalejas, que no resuelve problema alguno, hipoteca cualquier proyecto que tenga por objeto una buena conexión de la ciudad con el borde marítimo porque hará inviable el soterramiento del tráfico que discurre por la zona. Se comete una grave equivocación.