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EL COMENTARIO

Ante la crisis: ¿fatalismo o acción?

Los papeles están repartidos: el Gobierno, con Solbes al timón económico, afronta la previsible crisis con aparente serenidad, como si no creyera del todo en ella o como si la esperara desde siempre y estuviera convencido de que nada se pudo hacer para evitarla; la oposición, por su parte, ya con Pizarro al frente de su discurso económico, culpa al Gobierno de imprevisión, le reprocha no haber tomado medidas preventivas, le exige actuaciones urgentes y anuncia sus propuestas alternativas, supuestamente más eficaces que las que el actual ejecutivo es capaz de adoptar si el partido que lo sostiene gana las elecciones.

ANTONIO PAPELL
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En el fondo, curiosamente, si hay que juzgar a los grandes partidos por su filiación ideológica se produce una inversión de roles: la socialdemocracia europea, al menos antes de Tony Blair, ha sido tradicionalmente keynesianista, intervencionista, estatalista. Como es sabido, Keynes, el santón económico de los demócratas norteamericanos anteriores a Clinton, postulaba políticas económicas anticíclicas que consistían en apelar al déficit público en momentos recesivos de la economía para financiar inversiones públicas que cebasen la bomba de la inversión privada. La derecha, en cambio, liberal en el sentido de los antiguos fisiócratas, fiaba a las fuerzas espontáneas del mercado la salida de la depresión. Adam Smith, con matices, representa más modernamente este absentismo que ya forma parte de la ortodoxia neoliberal que se ha impuesto irremisiblemente en la globalización.

Pues bien: en el aquí y el ahora de nuestro país, aquella vieja pauta no se cumple. La derecha derrocha iniciativas y propuestas, en tanto la izquierda encaja la coyuntura con fatalismo y trata, quizá imprudentemente, de restar importancia al chaparrón en un ejercicio de absentismo que está a punto de encolerizar a las víctimas de la creciente adversidad, desde quienes padecen con más intensidad los efectos injustos de la inflación hasta quienes han quedado ya en paro o pertenecen a sectores de actividad particularmente afectados por la coyuntura.