Batiburrillo a la jerezana
Sentada en la redacción me dispongo a escribir mi columnita semanal. ¿En que tema me centro? La verdad es que esta semana han ocurrido demasiadas cosas que merecen una reflexión y no sé ni por dónde empezar. Mis compañeros de Deportes están medio locos con la venta del Xerez. Hoy se vende, mañana no. Juan no se aclara porque soltar unos ocho millones de euros (más los diez de la deuda que se abonarían de forma gradual) no es un paso nada fácil de dar teniendo en cuenta que el equipo no atraviesa su mejor momento deportivo.
Actualizado:Aburriditos nos tienen a nosotros también los políticos en plena precampaña electoral de cara a los comicios del próximo 9 de marzo. Que si con el PP se iniciaron todos los proyectos que ahora se están llevando a cabo en la ciudad por parte de la Junta o el Gobierno central, que si con el PSOE es cuando verdaderamente estamos progresando porque ZP se preocupa de Jerez y una serie de disputas dialécticas que, sinceramente, sólo les interesa a ellos, porque ya nos aburren hasta a los propios periodistas. Eso sí, los parados siguen subiendo, la vida está cada vez más cara y los vecinos de los distintas barriadas de Jerez parecen estar cada vez más descontentos ya que las promesas que les hicieron hace algunos meses parece que no llegan. Y si no, pregunten por ahí.
Las decenas de ratas enormes de Palos Blancos resultan que ahora no eran una plaga (o eso defiende Medio Ambiente a pesar de que los residentes de esta zona han visto en 10 minutos unos 16 roedores) y que el botellódromo no es molesto (si los políticos de esta ciudad durmieran junto a este espacio de ocio otro gallo cantaría).
El encierro en la catedral de los despedidos de la GMU, Fitur, la Fórmula Uno... ¿Alguien da más?